Las vicisitudes de la tabla de posición obligan a los Caribes de Anzoátegui a ganar la mayor cantidad de juegos posibles. Están en el sexto lugar, último puesto que asegura competir en los playoffs, algo que también ambicionan los Tiburones de La Guaira y los Bravos de Margarita, los rivales que acechan desde abajo. El lanzador Yeiper Castillo puede clamar que él ha ayudado a la causa aborigen en el momento apremiante.
El derecho ganó los dos juegos que abrió la semana pasada. Y no solamente eso: también dominó. En los 11.2 innings que trabajó no permitió carreras limpias y solo aceptó 6 imparables. Su efectividad inmaculada estuvo acompañada por un WHIP (promedio de adversarios embasados por cada nueve capítulos) de 0.685.
Tales números, aunados a las necesidades de los indígenas, valieron para que Castillo fuese reconocido como el mejor jugador de la décima y antepenúltima semana de la temporada. Es la primera vez que el serpentinero se alza con el premio, que le fue otorgado por 9 de los 19 votantes de la prensa acreditada que sigue las incidencias de la pelota rentada.
Es la segunda vez en la campaña que un hombre de la tribu gana el galardón, pues el inicialista Balbino Fuenmayor lo hizo en la quinta semana. También es la primera ocasión que un pitcher es distinguido en la zafra. El último tirador que lo había conseguido en una ronda regular fue Jhoulys Chacín, de los Leones del Caracas, en la duodécima semana de la temporada 2015-2016.
La zafra de Castillo está medida por su 3.63 de efectividad en 52.0 episodios registrados. Su foja es de 4-5 y solo le han pegado un vuelacercas, algo destacado debido a que de sus 15 presentaciones 8 han sido en el Alfonso “Chico” Carrasquel de Puerto La Cruz, un estadio volátil para la ofensiva.
Castillo fue escoltado por Arcenio León, cerrador de las Águilas del Zulia, a quien los electores le dieron 6 papeletas, debido a los cinco juegos salvados que se acreditó en la semana, entre los que se incluye el rescate del sábado que metió a los rapaces en la postemporada. En las cinco presentaciones no le hicieron anotaciones, ponchó a 7 rivales, aisló 2 hits y no dio boletos. Su dominio desembocó en un WHIP de 0.400. También fueron tomados en cuenta los jardineros Félix Pérez y Rafael Ortega.