Sochi es el balneario de la élite rusa. Las más grandes celebridades y los políticos más poderosos veranean aquí. El mismo Vladimir Putin lo elige con frecuencia para su descanso. Está a 1.600 kilómetros de Moscú. Ubicada entre las montañas del Cáucaso y las costas del mar Negro. Esta ciudad de 300.000 habitantes tiene en el turismo su modo de vida.

Sochi se extiende sobre la costa oriental del mar Negro por 77 kilómetros de playas con aguas cristalinas, pero sin arena, solo enormes piedras pulidas. Rodeada de sierras que hacen que las calles sean empinadas en todas las direcciones.

Motor económico. La ciudad está dividida en cuatro grandes distritos: Josta, Ádler, Lázarevskoye y Sochi central. Todos ellos conectados por un ágil sistema de autobuses, modernas autopistas con grandes túneles que atraviesan las sierras, aunque en horas pico los embotellamientos son bastante comunes.

Además hay un moderno tren eléctrico que atraviesa la ciudad y termina en el parque olímpico, donde está el estadio Fisht.

El turismo es el motor de la economía de esta ciudad . Es común encontrarse con gente que hable inglés en forma fluida, portugués o hasta algunas pocas palabras en español.

Fueron los comunistas los que popularizaron Sochi. Iosef Stalin pasaba sus veranos en esta ciudad. El líder soviético fue quien impulsó su urbanización como balneario nacional en la década de 1920. Ordenó construir edificios y carreteras en una ciudad que no pasaba de los 10.000 habitantes. En menos de una década la población se multiplicó por siete.

La casa de Stalin fue reconvertida en un hotel y museo, siendo uno de los pocos lugares en Rusia donde se recuerda a quien gobernó con mano de hierro a la Unión Soviética entre 1922 y 1952.

“El costo de vida es muy alto. Y eso se nota en los precios de los restaurantes, la infinidad de hoteles de lujo, o los autos de alta gama parados en cada calle. Porsche, Lexus, BMW, Mercedes; sólo hay que mencionar la marca para cruzarse con uno.

A modo de ejemplo, cualquier apartamento pequeño de un dormitorio cerca de la costa no baja de los 15 millones de rublos (240.000 dólares). Aunque la vivienda más cara de la ciudad es la de la estrella pop Alexander Buinov, valuada en 2 millones dólares.


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