Venecia tiene desde hace tiempo problemas serios por las oleadas de turistas que la visitan cada año y por ello su Ayuntamiento acaba de proponer que se instalen semáforos que controlen el acceso a la popular Plaza de San Marcos.

“El objetivo no es cerrar Venecia, sino garantizar el disfrute de la ciudad en condiciones de seguridad”, explican fuentes del consistorio veneciano.

Cada año alrededor de 25 millones de turistas se acercan hasta la ciudad de los canales para inmortalizar con sus cámaras fotográficas los pintorescos rincones de uno de los destinos más bellos del mundo, según cifras del Centro Internacional de Estudios de la Economía Turística (CISET) en Venecia.

Las visitas se producen durante todo el año, aunque especialmente entre los meses de mayo y octubre.

Su extraordinaria popularidad ayuda a impulsar su economía pero también supone un problema pues, tal y como lamenta el director del Fondo de Medioambiente de Italia, Andrea Carandini, Venecia está quedando aplastada por el turismo masivo.

Para afrontar esta situación, el alcalde, Luigi Brugnaro, acaba de lanzar su última propuesta: colocar desde este año semáforos alrededor de esta céntrica Plaza de San Marcos para regular el incesante flujo de turistas que acceden a ella a diario.

“De momento es prematuro hablar de números”, advierten desde el consistorio, pues aún se está estudiando cuál será el nivel máximo de personas que podrá recorrer en condiciones de comodidad este espacio que acoge el majestuoso Palacio Ducal.

El sistema prevé que una luz roja se encienda cuando la plaza esté abarrotada, con lo que los visitantes deberán detenerse y esperar hasta observar la luz verde, que significará que la plaza se ha vaciado y podrán entrar.

El recuento de gente se realizará mediante cámaras de vídeo y un programa informático avanzado que informará en tiempo real de cuántas personas hay en su interior.

El alcalde veneciano tiene intención de implementar ya durante el 2018 -al menos de forma experimental- esta medida que no afectará a residentes ni trabajadores, pues estos dispondrán de una tarjeta especial que les garantizará la libre movilidad.

El propósito del Ayuntamiento es facilitar los datos al instante a través de internet para que los turistas que lo deseen puedan consultar el número de personas que hay en la Plaza de San Marcos y saber de antemano si va a tener que esperar o podrá pasar sin restricciones.

Esta iniciativa llega después de que el pasado noviembre el Gobierno italiano anunciara un plan para desterrar lejos de las aguas de la Plaza de San Marcos a los cruceros y grandes embarcaciones de forma progresiva y en un periodo de tres años.

El Comité interministerial sobre la Laguna de Venecia llegó entonces a una solución que consiste en dirigir a los cruceros hasta el puerto de Marghera, en la localidad de Mestre.

Allí atracarán y los turistas serán recogidos por autobuses que les trasladarán al centro de Venecia.

Esta decisión de poner fin al paso de estos grandes barcos es precisamente una de las condiciones que ha impuesto la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) para evitar que Venecia sea eliminada de la lista de ciudades patrimonio de la humanidad para ser considerara lugar en peligro.


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