El aire casi pueblerino y calmado aún se siente, a pesar de que Puerto Plata, la ciudad más antigua de República Dominicana, se sometió a un cambio de look en 2015, cuando comenzó a atraer más visitantes extranjeros hasta hacer de su aeropuerto internacional Gregorio Luperón el tercero más ocupado del país (con 400.000 visitas en 2016).

Por eso, ahora cuando uno camina por Puerto Plata, puede ver que su centro histórico luce revitalizado gracias al plan de restauración que también beneficia puntos clave de la ciudad, como el malecón de 3 kilómetros que recorre la bahía principal.

El 15 de abril pasado este proyecto de renovación tuvo su noche de fiesta, al inaugurarse el Anfiteatro de la Puntilla. Este es ahora el espacio cultural más grande de la provincia de Puerto Plata (del mismo nombre de la ciudad), con capacidad para 5.000 personas, y hay que estar atentos a su calendario de actividades, que incluye desde conciertos a obras de teatro, todo con una panorámica singular: está a los pies de la Fortaleza San Felipe, monumento colonial de Puerto Plata.

Dulzor en la Independencia. Justo frente a la plaza Independencia, la principal de Puerto Plata, hay una fachada que resalta con fuerza entre las casonas históricas de esta zona. Se trata de la heladería Mariposa, un enclave de repostería austríaca, donde las preparaciones más clásicas como el strudel de manzana y la torta punschkrapfen se mezclan con sabores locales, como sus helados Uva de Playa, Sopa Inglesa y Habichuelas con Dulce.

Si bien originalmente este sitio armonizaba con el tono predominante en los alrededores de la plaza Independencia –donde el blanco lo tiñe casi todo–, ahora la heladería Mariposa luce muy distinta: en 2015, tanto su frente como el salón principal fueron restaurados. Destacan los azulejos originales, que ahora le dan un aire vintage al sitio, y permiten un acceso directo al patio interior. Este cambio también ha ayudado a que su repostería se haga notar a simple vista: su colorida nueva fachada –naranja y verde– vuelve a este sitio un inconfundible entre los vecinos de la plaza Independencia. Web: www.HeladosMariposa.com.

Lujo local. Desde el teleférico funicular (el único en su tipo en el Caribe y desde donde, en un día sin neblina, se puede ver gran parte de la ciudad) hay solo un área que no se alcanza a apreciar bien. Es la bahía de Playa Dorada, que está a unos 10 minutos del centro. Y es esta zona donde Puerto Plata ha visto una creciente oferta de hospedaje.

Si en un principio esas alternativas se cargaron más a los resort tipo all inclusive, hoy ha ido sumando propuestas con toques locales. Hay algunos hoteles agrupados en el formato de villas, que parecen un poblado aparte, o que han enfatizado el sello puertoplatense, como es el caso de Casa Colonial Beach & Spa, que tiene un espíritu más boutique, y que aprovecha una mansión de estilo victoriano y la abundante naturaleza en su diseño interior, con jardines gigantes de manglares en cada área pública, y que tiene además un despliegue de cocina fusión franco-caribeña para sus huéspedes.

Otro hito en Playa Dorada es Gran Ventana, un hotel remodelado recientemente por la reconocida arquitecta dominicana Sara García, quien nació en Puerto Plata y puso énfasis en incorporar el gusto local. Web: www.CasaColonialHotel.com y www.GranVentanaHotel.com


Vértigo natural

Fuera de su ciudad principal, Puerto Plata es también una provincia que se puede recorrer por completo en aproximadamente dos horas. Una buena razón para hacerlo sería moverse hacia el sur, donde está uno de los mejores ejemplos de su variedad de actividades al aire libre: el municipio de Imbert, que tiene una vegetación aún más abundante que el resto de la provincia, gracias a sus quebradas y verdes paisajes, donde abundan cataratas y acantilados rodeados de selva, como ocurre en Damajuaga, hito también conocido como 27 Charcos. Esto, porque en Damajuaga hay 27 adrenalínicos saltos de agua, que se recorren en una de las excursiones más populares de Puerto Plata.

Antes de lanzarse por estas cataratas, que tienen hasta 5 metros de altura, es momento de tomar una decisión: hay 3 modalidades para los aventureros, según quieran probar 7 saltos, o lanzarse en 12 cataratas, o hacer el circuito completo. Con chalecos salvavidas, guías, cascos y múltiples piscinas naturales, la experiencia es pura adrenalina.


Exclusivo de cruceros

Parte del nuevo momento que vive Puerto Plata viene de la mano de uno de sus más nuevos “residentes”: la línea de cruceros Carnival Cruises en 2015 decidió instalar aquí su exclusivo puerto de cruceros, el Amber Cove. Con un costo de 85 millones de dólares en un Puerto Plata que no recibía un crucero hacía 30 años, la inversión también significó otros cambios para la ciudad, como la recuperación de la bahía Maimon, que es donde se ubica Amber Cove, y que queda estratégicamente cerca de zonas de excursiones naturales para la pesca de Mahi Mahi (y a solo 20 minutos del centro).


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