En la costa central de Venezuela, a casi 2 horas y 45 minutos de viaje por carretera desde Caracas, se encuentra la ciudad de Puerto Cabello, uno de los escenarios de mayor importancia durante la lucha por la independencia de Venezuela y que actualmente posee el principal puerto marítimo del país.

Para llegar a esta urbe histórica y portuaria del estado Carabobo, hay que pasar por el pueblo de El Palito, donde es casi obligatorio detenerse a un costado de la vía para comer una, dos o tres empanadas (¡las que se puedan!) recién hechas o quizá algunos famosos platos a base de pescados y mariscos, como la fosforera.

En Puerto Cabello, pasear por el casco colonial es viajar en el tiempo. La belleza arquitectónica de esa época se conserva intacta: sus paredes, ventanas, puertas, techos, sus prominentes balcones y sus fachadas de todos los colores se extienden a lo largo del malecón entre la plaza Bolívar hasta la Casa Güipuzcoana. Destacan sus caminerías de piedra común y de canto rodado (piedra lisa y redondeada). El sol se siente fuerte, pero contrasta con la brisa de la costa.

En esa zona está ubicado uno de los Patrimonios Históricos de Venezuela: la Calle de Los Lanceros, por donde hicieron su desfile triunfal los lanceros del general José Antonio Páez cuando tomaron la ciudad en 1813. Entre las casas de esa calle angosta, en el extremo más cercano a la plaza Bolívar, destaca un puente toledano de color blanco, que según cuentan fue construido para facilitar el trabajo de una fábrica tabacalera de la época llamada “El Presidente”. El lugar ha tenido varias intervenciones, entre ellas la fachada neoclásica que exhibe en la actualidad.

Panorámicas. Desde el Malecón, construido en 1950, se puede contemplar el imponente castillo San Felipe o castillo Libertador. El lugar está ambientado con fuentes luminosas, sirenas de piedra y el sonido del mar. Hay niños y jóvenes locales que en las tardes hacen competencias de los mejores saltos y acrobacias desde el muelle. También es escenario para disfrutar de atardeceres sublimes.

Es el punto donde la comunidad celebra tradiciones como la Bendición del Mar (que se realiza el Domingo de Pascua de Resurrección, al terminar la Semana Santa) y la Cruz de Mayo, para luego caminar hasta la plaza Bolívar, donde está la iglesia San José, mejor conocida como La Catedral, ícono de Puerto Cabello, que sirvió como prisión en la guerra libertadora.

Otro de los lugares más visitados por residentes y turistas está ubicado en la entrada de la ciudad, encima del cerro El Vigía: se trata del fortín Solano, también llamado Mirador de Solano, levantado en 1766 por órdenes del capitán general de la Provincia de Venezuela, don José Solano Ibote. Fue construido por presos y esclavos de La Guaira, igual que el castillo San Felipe, diseñado con fines militares, para la protección de la ciudad ante posibles ataques navales de piratas y contrabandistas. La estructura está hecha de piedras de cantera, rocas de los cerros y ladrillos.

El lugar fue declarado Patrimonio Histórico Nacional en 1965. En marzo de 2012, después de un proceso de restauración y recuperación, reabrió sus puertas al público. En su punto más alto tiene una vista de 360°, desde donde se observa la ciudad, así como las embarcaciones y contenedores en la bahía. Ahora, el lugar tiene una tienda de souvenirs, un restaurante, baños, caminerías y guías turísticos que relatan su historia.

RECUADRO

El dato

Puerto Cabello y sus alrededores también tienen hermosos balnearios como Playa Blanca o Isla Larga, esta última que forma parte del Parque Nacional San Esteban a 15 minutos desde la playa Quizandal.  


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