En Cambridge, Reino Unido, famosa por su universidad, existen muchos atractivos para los visitantes. Uno es el reloj cronófago (es decir que devora el tiempo) con forma de monstruo volador, que se traga un minuto cada 60 segundos. El inventor es John C. Taylor y lo llamó Corpus. Muestra el tiempo como una onda viniendo del centro del universo. Cada segundo corre alrededor de la cara del reloj con un pulso de luz azul, que presenta el tiempo alejándose rápidamente. La hora se lee a través de unas rendijas y lentes, que dejan pasar la luz de un banco de LED, siempre iluminados. Se encuentra en una de las fachadas del Corpus Christi College. Está valorado en casi un millón de libras y  es de oro de 24 quilates.


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