Todas las islas del Caribe se proclaman las verdaderas joyas del mar latinoamericano de marras; que si la perla, que si la esmeralda, que si la tanzanita. Y aunque la fuerza de la proximidad ?por haberla visitado hace pocos días? jalone estas líneas para asignarle una piedra preciosa específica, remitámonos a ciertos hechos sobre este cofre llamado Jamaica.Desde el amanecer de cada mañana hasta que el sol se oculta detrás del mar al atardecer, la isla ofrece una paleta de colores que va del verde selvático, que es su corazón, al azul Klein del océano; al tiempo que un rosario de actividades estimulantes; lugareños cálidos, solícitos, bellamente mestizos; y la constante vista hacia una elegante arquitectura estilo plantation, heredada de la Colonia inglesa, hacen de este destino lo que se suponía que iba a ser: el nuevo consentido de los viajeros que quieren disfrutar a sus anchas sin encontrase al vecino del edificio, de los que quieren ir a otra parte (pero no a cualquier parte), de los  paladares exigentes y sensibilidades estéticas propensas a lo natural sofisticado; de las parejas aventureras, de las familias incansables.Para esto, seis áreas de hospedaje conforman el variopinto catálogo turístico del ?Todo bien? jaimaquino: Montego Bay, Kingston, Negril, la Costa Sur, Port Antonio y Ocho Ríos; esta última considerada ?el jardín de Jamaica? y ?donde el cielo se derrama en el mar?; y donde la firma hotelera Palace Resorts, con base en México, decidió abrir su primer hotel internacional, allende fronteras: el Moon Palace Jamaica Grande.Un palacio con vista al mar. El alojamiento en Jamaica ofrece opciones para todos los gustos y presupuestos: sencillas o suntuosas, activas o tranquilas, al lado del mar o en lo alto de las montañas. Pero el Moon Palace Jamaica Grande, instalado en el tramo de playa privada más largo de Ocho Ríos, constituye una nueva categoría en sí mismo: alojamiento de lujo all inclusive (todo incluido, ¡todo!), ahíto de mármol blanco español y diseño contemporáneo de Francois Frossard, un francés afincado en Miami que ha hecho de los espacios sensuales su trademark.Según el descubridorCristóbal Colón arribó a Jamaica el 4 de mayo de 1494. En sus registros, la describió como ?la isla más hermosa que los ojos jamás hayan contemplado. Sus montañas y su tierra parecen tocar el cielo. Todo lleno de valles, campos y llanuras?.Yeah Moon!En Moon Palace Jamaica Grande nunca se escucha un no. Las reservas son por el (58 212) 491 6656. Pregunte por los 1.500 dólares de Resort Credit para compras y gastos extra. Cinco restaurantes de especialidades italiana, asiática, mariscos, internacional, steakhouse. Seis bares con licores de primera: incluyendo vinos con puntaje, cócteles caseros; y un corredor gourmet abierto de 11:00 am a 11:00 pm con sushi, panini, pizza, crêpes de Nutella, conforman la oferta al paladar.Por supuesto, incluye room service las 24 horas, wifi ilimitado, impuestos y propina, deportes acuáticos no motorizados, desayuno buffet.Productos de baño de la firma americana CHI (Cationic Hydration Interlink).Aromaterapia por doquier para que todos los sentidos recuerden la marca Palace.Un spa de gritar, como ninguno en las muy frecuentadas islas del Caribe. Y un fitness center (6:00 am ? 11:00 pm).Club Noir es la discoteca interna: martes, jueves y viernes de buena música.Para los niños: una piscina y The Playroom (4-12 años). Para los adolescentes: un  simulador de olas y el WIRED Teens Lounge.En las inmediacionesQuedan cerca: la casa de Bob Marley, el Free Market, las famosas cataratas Dunns River y el alucinante Sky Explorer: un teleférico de última tecnología que lleva a sus ocupantes por encima de las copas de los árboles hasta el cénit de Mystic Mountain (donde encontrará pista de trineo de carreras y tirolina).Para estas excursiones, emplee su Resort Credit o contrate a los expertos de www.peattaylor.comAves de pasoDesde Caracas, vía Panamá por Copa Airlines, el servicio es correcto y la duración no sobrepasa las seis horas.


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