Una tradición de Semana Santa es el recorrido de los 7 templos en un solo día, obviamente dentro de una misma ciudad. Aunque visitarlas en un solo viaje resulta impensable, bien vale la pena identificar 7 iglesias icónicas de Venezuela, imponentes joyas de la arquitectura, y ponerlas en la lista de las visitas indispensables.

En el llano. Desde 1652, llaneros y católicos venezolanos veneran una imagen mariana dejada en una especie de hoja de árbol, del tamaño de una moneda grande, depositada en la mano del cacique Coromoto. Alrededor de este ícono se levantó un templo 300 años después de la aparición: la Basílica Menor de Nuestra Señora de Coromoto, emplazada en la parroquia Quebrada de la Virgen, a 10 km de Guanare, la capital de Portuguesa, vía Barinas. La estructura, de apariencia futurista, puede acoger a 2.500 personas, y es obra del arquitecto Erasmo Calvani. Su construcción se realizó entre 1975 y mediados de la década de 1990. Tiene una cúpula de más de 50 metros con vitrales policromados, que dan una luz muy particular al recinto.

El limonero del Señor. Al Nazareno de San Pablo se le recuerda en los versos de Andrés Eloy Blanco de “El limonero del Señor”. Esta imagen milagrosa congrega a miles de feligreses cada Miércoles Santo en la Basílica de Santa Teresa, en el centro de Caracas. El templo fue construido entre 1877 y 1881 por mandato del presidente Antonio Guzmán Blanco. De estilo neoclásico, son en realidad dos iglesias unidas por una cúpula sobre el altar mayor, ubicado en el centro del recinto, la fachada oeste está dedicada a Santa Ana y la este a Santa Teresa.

Con amanecer de gaitas. En el sitio donde se erige, desde 1941, la Basílica de la Chinita, en Maracaibo, existía una ermita dedicada a San Juan de Dios (1686). En los primeros años del 1700 ocurre el milagro de “la tablita”: una lavandera encontró una tabla que le pareció útil para tapar una tinaja y por un hecho milagroso se devela en ella la imagen de Nuestra Señora de Chiquinquirá. La tabla es llevada a la ermita y desde entonces el lugar es punto de peregrinación para zulianos y foráneos que le atribuyen milagros a la intercesión de la Chinita, como le dicen popularmente. El 18 de noviembre los gaiteros amanecen cantando su serenata a la Patrona del Zulia justo frente al templo.

Entre el mar y el valle. Cada 8 de septiembre Margarita recibe a millares de peregrinos que van a rendirse a los pies de una imagen pequeña, que se venera en el Valle del Espíritu Santo, en un templo estilo neogótico que como no puede acoger a tantos feligreses durante su fiesta, los recibe en la explanada, donde se celebran las misas de la Virgen del Valle. Esta Basílica Menor tiene una planta en forma de cruz latina. Sus dos espigadas torres contrastan en medio de las montañas. En lo alto del retablo está el camarín donde reposa el pequeño ícono mariano, que según la historia, libró a un pescador de la amputación de su pierna. Él prometió que si la Virgen intercedía por su sanación le entregaría la primera perla que sacara del mar. Cuando pudo hacerlo, sacó un ostión con una perla en forma de pierna, la cual se conserva en el Museo Diocesano de la Virgen del Valle.

Vanguardista. La modernidad se impone en la Catedral de Barquisimeto, diseñada por John Bergcamp, dedicada a Nuestra Señora del Carmen. Inaugurada en la década de 1960, su estructura se plantea a lo ancho –no a lo largo, como la mayoría de los templos– y los fieles quedan dispuestos en semicírculo alrededor del altar. Su techo transparente deja pasar la luz natural, al igual que los vitrales de las paredes. El 14 de enero de cada año, la capital larense se paraliza por la procesión de la Divina Pastora que culmina en la Catedral.

Cita médica. Todo devoto del doctor José Gregorio Hernández hace una parada en la céntrica parroquia Candelaria, en Caracas. para ir a agradecer, ante sus restos, la intercesión de este hombre declarado venerable por la Iglesia Católica. Es un templo colonial que data de 1708, dedicado a Nuestra Señora de la Candelaria. El año que viene, el 29 de junio, se cumplirán 100 años de su muerte, una buena excusa para rendirle una visita al Médico de los Pobres.

Tallado por un ángel. El Santo Cristo de La Grita, según la tradición, fue tallado por un ángel ante las dificultades que tuvo para hacerlo un monje escultor. En 1610 un terremoto destruyó La Grita y un fraile franciscano ofreció a Dios hacer una imagen de Cristo para consagrarle la nueva ciudad. Sus fieles van a rendirle homenaje en un templo inaugurado en 1886: la Basílica Menor del Espíritu Santo, de estilo neogótico, justo frente a la plaza Bolívar de La Grita, en el municipio Jáuregui, en Táchira. Los vitrales que están en el nicho del Santo Cristo le dan majestuosidad. Cada 6 de agosto se cuentan hasta 20.000 peregrinos que caminan horas y hasta días para pagar promesa.


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