Se trata de un original hospedaje situado en la localidad jordana de Al Jaya, al sur de la capital, Amman, cuya principal peculiaridad radica en ser ni más ni menos que un viejo Volkswagen Beetle, el popular escarabajo, reconvertido -eso sí- en hotel.

Su propietario es Mohammed Al Malahim, un funcionario ya jubilado que hace algunos años apostó por el turismo como fórmula para aligerar su maltrecha economía. Su objetivo era -y continúa siendo-, según el portal de noticias Arab Today, llegar a crear un gran hotel compuesto por diversas unidades del histórico modelo de la firma alemana.

De momento, el proyecto se limita a un único escarabajo de color blanco habilitado como “habitación” para dos, instalado junto a un letrero en inglés que anuncia a los posibles huéspedes que se encuentran ante el hotel más pequeño del mundo (The Smallest Hotel in the World).

Fiel a la máxima que el tamaño no tiene porque estar reñido con la comodidad y la originalidad, dispone de sábanas y almohadones tradicionales tejidos a mano y kílims de formas geométricas, que a buen seguro harán las delicias de los hipsters más exigentes. Y es que, además de poder pasar la noche, en las reducidas dimensiones del automóvil, su propietario ofrece a los clientes atractivos servicios adicionales.

Entre ellos, desayunos, almuerzos y aperitivos típicos del desierto jordano, servidos por su esposa e hijas en una cueva cercana, a la que ha bautizado como La gruta de Balduino. No falta tampoco una diminuta tienda en la que se venden desde joyas a artesanías típicas de la zona.

Al Jaya está situada a escasa distancia de Shoubak, una localidad que suele incluirse en los circuitos turísticos gracias a su famoso castillo. Conocido en el pasado como Montreal o Mont Real, la fortaleza fue construida en el siglo XII por los cruzados en la parte oriental del valle de Aravá, en el célebre Camino de los Reyes.

Tomado de http://www.lavanguardia.com/ocio/viajes/20171113/432742153841/hotel-mas-pequeno-mundo-volkswagen-beetle-jordania.html


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