Hospedarse lejos de la acción. Aunque vaya a pagar un poco más por estar en un hotel cerca de las atracciones de la ciudad, valdrá la pena pues podrá ahorrar mucho tiempo en transporte.

Reservar vuelos con muchas conexiones. A pesar de que algunos de los pasajes con conexiones múltiples son más baratos, estará perdiendo horas sagradas al ir de aeropuerto en aeropuerto o al abordar muchos autobuses. Mejor elija los vuelos directos, pues también se librará de imprevistos como cancelaciones de vuelos en el trayecto.

Querer hacer mucho en tan poco tiempo. Decida qué es lo que quiere visitar sí o sí durante su estancia y planee su día. En vez de ir de un extremo al otro de la ciudad en un día, puede aprovechar ver las cosas que están cerca un día y al día siguiente ir al otro extremo para visitar el resto de atractivos.

Improvisar. Aunque hay cosas que no se pueden planear con mucha anticipación, como por ejemplo en cuál restaurante reservar una mesa, tampoco es bueno pasear durante una hora por el lugar pensando qué es lo que se le antoja comer. Improvisar es la manera más fácil de perder el tiempo. Lo mejor es que un par de horas antes piense qué es lo que le resulta más factible para usted y sus acompañantes o qué les provoca comer.

Olvidar adecuarse al horario de la ciudad. Este consejo no va dirigido al jetlag sino al modo de vida que tienen los habitantes del lugar. Por ejemplo, si llega temprano al hotel salga a caminar por la ciudad, a tomar un café o a comer algo, pero no se estrese haciendo grandes planes. En cambio, si llega de noche, intente descansar lo más que pueda durante el viaje para que cuando llegue a su destino tenga energía para acoplarse a las actividades de los ciudadanos.

Vestirse para una parte del día. No por ahorrar equipaje va a ir a una cena especial vestido en short y sandalias. Tiene que empacar inteligentemente pensando que una prenda tiene que combinarla de diferentes maneras para lograr atuendos diferentes para cada día. Siempre es bueno que piense en llevar una muda para salir de noche pero tampoco hay que abusar para no tener que cargar con mucho equipaje.

No investigar sobre el lugar. Hay gente que le gusta viajar sin rumbo alguno y ver dónde los lleva el viento. Pero para viajes de pocos días es mejor tener una idea de la ciudad. Mire algunos mapas del lugar y mida la distancia entre el aeropuerto o terminal de buses hasta el hotel y desde este hacia los sitios que quiere visitar.


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