Conócete a tí mismo. Cada viajero sabe si prefiere dormir contra la ventanilla o estar junto al pasillo para tener más libertad. Lo mismo vale para los fanáticos del asiento sobre el ala (que tiene espacio extra) o para los que se sientan en las primeras filas para bajarse más rápido.

Conoce el avión. Saber cuánto espacio hay entre cada fila, qué capacidad tienen los compartimentos para el equipaje de mano y cómo será el servicio de catering son solo algunos de los datos que pueden ser determinantes a la hora de elegir un asiento, y el precio del mismo. Visita www.seatguru.com para conocer la disposición de asientos de un modelo de avión en especial.

Primero el check in. Para tener el asiento deseado y no “el que quedó libre”» es conveniente hacer el check in vía web. Algunas aerolíneas permiten hacerlo hasta dos días antes del vuelo, lo que ahorra tiempo para el pasajero y le asegura un lugar en el avión.

Re chequear. Hasta el mismo día del viaje si es necesario. De no obtener el asiento deseado es posible cambiarlo hasta una hora antes del vuelo, pero para eso hay que estar atento a la web de la aerolínea o visitar su mostrador de check in en el aeropuerto.

Conversación cara a cara. Nada reemplaza el contacto humano con los empleados de la aerolínea. Si existe la posibilidad -y la buena voluntad- hace más sencillo describir el tipo de asiento requerido y explicar las particularidades del caso -como la necesidad de espacio extra por tamaño-.

Elegir con estrategia. El asiento del medio de la fila siempre es el último en ser elegido por lo incómodo así que una pareja podría seleccionar las butacas del pasillo y la ventana y quizás nadie pida la del medio: entonces habrá espacio de sobra para estirar las piernas.

Tomado de minutouno.com/


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!