En el Chorro de Quevedo, en la calle 12 con carrera 2, comienza el paseo exprés a pie. Es  significativo porque se dice que aquí nació Bogotá, llamada primero Muaquetá, ?tierra fértil?, y luego Bacatá. Una ermita, de San Miguel del Príncipe, coronada con una pequeña efigie del arcángel, recuerda el que se supone es el punto exacto donde se fundó Bogotá (un incendio en los archivos de la ciudad, a principios del siglo XX, se llevó esa certeza). El templo se levantó en el mismo sitio donde se encontraba la Capilla del Humilladero, la primera iglesia de la capital de Colombia.A cada paso se tropieza con cientos de rostros jóvenes, porque es una zona donde abundan universidades. Tanta juventud aporta ese carácter bohemio y libre que reina en esta parte del centro de la urbe. Grafitis y esculturas ponen el acento artístico en las calles de este barrio histórico conocido como La Candelaria.La plazoleta conduce al Callejón del Embudo, estrecha vía para peatones, donde de lado y lado se reparten panaderías, cafés, tiendas de artesanías y hasta hoteles como el Casa Galería (www.hotelcasagaleria.com), con apenas 8 habitaciones y el atractivo de la comida típica y de la arquitectura restaurada de esta vivienda que data de 1935. Sus corredores, patios y pisos originales se iluminan también con las exhibiciones de las obras de artistas de la zona. Eso para los que quieren una cita con el arte, para los que prefieren una con la historia pueden probar una auténtica chicha ?bebida de maíz fermentado, prohibida luego del Bogotazo, en abril de 1948, porque las autoridades le atribuyeron la ?locura? que se vivió en esos días de agitación?  o una taza de chúcula, una mezcla de siete granos entre ellos cacao, garbanzo y maíz.Encuentro con los museos. Al salir del Callejón del Embudo si se toma la carrera 2 se puede comenzar a bajar por las calles de La Candelaria hasta tropezar con la marcada con el número 11 y empezar la búsqueda de la iglesia que precisamente da nombre a la zona: Nuestra Señora de La Candelaria, levantada en el siglo XVII y ahora Monumento Nacional. El paseo se acompaña de grafitis de todo tipo sobre los muros de las casas, algunas renovadas para dar abrigo a los comercios y otras que conservan el estilo colonial con sus ventanas y balcones de madera.Al otro lado de la acera del templo están el museo de Botero y el de Arte del Banco de la República. Si lo desea, mapa en mano o simplemente preguntando, puede buscar a pocos pasos la calle 10 para completar la experiencia museística en estos predios con el Museo Militar, el de Arte Colonial y el de Trajes Típicos, que hoy se encuentra en la que fue la casa de Manuela Sáenz.En esa misma cuadra del hogar de la ?Libertadora del Libertador?, se halla el Teatro Colón, escenario de conciertos y espectáculos, justo frente al Palacio de San Carlos (ahora Ministerio de Asuntos Exteriores), de donde Simón Bolívar escapó de un atentado en 1828 ?una placa recuerda el episodio?.La Puerta Falsa. Camino abajo conseguirá la plaza de Bolívar, visitada por miles de turistas y por decenas de miles de palomas que ni se inmutan con los selfies de los viajeros, y rodeada por edificios llenos de historia. Por un lado, el Palacio Legislativo, que tardó 80 años en completarse; por el otro, la Casa Liébano, sede de la alcaldía y diseñada en estilo francés; y un poco más allá, el Palacio de Justicia, proyecto de arquitectura moderna y protagonista de uno de los episodios negros de la historia contemporánea colombiana: en 1985, la guerrilla M19 tomó rehenes en el edificio y tras 2 días de combates con el Ejército se reportaron más de 110 muertos.La cuarta arista que rodea la plaza es la Catedral Primada de Bogotá,  reconstruida a principios del siglo XIX. A un costado del templo, una puerta pequeñita identificada con el número 6-93 aguarda a los visitantes para revelar una anécdota: era la vía de escape de las largas y casi interminables misas de hace 200 años (¡los oficios podían extenderse hasta por 5 horas!). Para salir del templo por esta puerta había que valerse de una contraseña y justo al cruzar la calle ingresaban a un local (hoy en la dirección calle 11 con 6ta) en donde en vez de agua bendita se regocijaban con aguardiente, para luego volver a la catedral antes del fin de la ceremonia.Hoy, en este local que exhibe con orgullo el nombre de La Puerta Falsa cumple 200 años. Es un restaurante donde se venden tamales envueltos en hojas de plátano, tal como las hallacas venezolanas, y dulces criollos de frutas con arequipe, coco, mora, maní e higos, además de otros platos y bebidas típicas. En esa misma cuadra, otros restaurantes ?aproximadamente una decena? igual ofrecen un menú tradicional coronado por el ajiaco santafereño, una sopa con base de caldo y tres tipos de papas, con ingredientes como alcaparras, aguacate y cilantro.Al pasar este ?paraíso gastronómico? al doblar a la derecha se consigue una cuadra llena de locales joyeros, donde se privilegia la venta de oro y también esmeraldas, que son el otro tesoro natural de Colombia aparte del café.Historia, arte, gastronomía y joyas en un breve paseo por Bogotá.Desde las alturas- El clásico lugar para ver Bogotá desde las alturas es el cerro de Monserrate, al que se sube en teleférico o funicular, aunque también se puede ir a pie. Arriba le espera la iglesia, un mercado con artesanías, artículos de cuero, café, carajillo (café con licor), variedad de tés (entre ellos el de coca) y, por supuesto, dulces.- Los viernes, sábados y domingos puede tener una panorámica 360° desde el helipuerto de la torre Colpatria, en el centroEl DatoTodos los días Copa Airlines viaja a Bogotá (salida a las 6:00 am) en un vuelo de una hora y 40 minutos. El regreso es también diario a las 9:14 pm (hora de la capital colombiana).A la medidaLa agencia Bogotá Pass organiza tours por el centro histórico de la capital colombiana, aunque también gastronómicos, culturales, para grupos; en fin, a la medida. También venden una tarjeta City Pass (de 1 o 2 días) que incluye el ingreso a algunos museos y hasta a Monserrate. Todo lo que necesita es preguntar a través del chat en la página www.bogotapass.com, el celular (57) 311 548 4862,  y correos: [email protected] y [email protected].


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!