Las actividades cardiovasculares, ideales para bajar de peso, cada vez se vuelven más divertidas para todas las personas que desean quemar calorías. Para la mayoría de las mujeres, el baile siempre ha sido una de las mejores alternativas para ejercitarse y divertirse.

La tradicional bailoterapia quedó atrás y el twerk, palabra que se asocia al movimiento de glúteos, se impuso como una opción para quemar calorías al ritmo de la música.

Liskey Requena, bailarina e instructora de twerk, explicó en exclusiva para El Nacional Web que al practicar el baile durante una hora se pueden quemar hasta 700 calorías.

“El twerk es el cardio más sabroso que vas a conseguir. Es una forma de ejercitarte dinámicamente y siempre vas a estar de aquí para allá. Es divertido, sudas y puedes quemar hasta 700 calorías en una hora”, dijo Requena.

Los glúteos, el abdomen y los músculos internos de las piernas son las zonas que más se ejercitan durante el ejercicio aeróbico.

“Trabajas toda la parte de abajo del cuerpo. Estar en posición de sentadillas haciendo movimientos con velocidad durante al menos un minuto ayuda bastante a tonificar, siempre que se practique constantemente”, destacó la bailarina.

Requena señaló que los cambios en el cuerpo varían, según la frecuencia con la que se practique el baile y del metabolismo de la persona.

“Lo ideal es tomar por lo menos dos clases a la semana. En tres o cuatro meses ves cambios en tu cuerpo, porque no se trabaja con pesas sino con el peso del propio cuerpo, por lo que también depende del metabolismo: si la persona tiene un metabolismo lento no va a bajar de peso rápido”, afirmó la instructora. 

La fundadora de Twerkland destacó que el twerk es un buen método para que las personas que no bailan comiencen “a soltar la cadera”, ademas ayuda a perder la pena y a subir el autoestima.

“El autoestima aumenta mucho y como es un baile sensual y sexual, se imparte a mujeres adultas y no a niñas. Se trabaja una parte sexualizada del cuerpo a la que no se está acostumbrada”, indicó Requena. 

La profesora contó la experiencia de una de sus alumnas, quien llegó a Twerkland luego de estar en una academia de baile donde la acosaban por su timidez.

“El twerk ayuda muchísimo al autoestima. A una ex alumna le hacían bullying en una academia porque era tímida. Si la alumna es tímida debes trabajarla poco a poco, no puedes de una vez lanzarla a los leones”, comentó.

Requena resaltó que en las clases de exotic twerk la alumna comenzó a sentirse más cómoda y su autoestima comenzó a elevarse, por lo que personalidad se transformó y se convirtió en una mujer segura de sí misma. 

“Ella llegó con pena de bailar y su cambio fue total. El ambiente amigable es fundamental, porque si estás en un ambiente incómodo no va a funcionar, eso está en el instructor, el grupo y la persona, es un trabajo en equipo”, señaló.

Requena comentó que al inicio las mujeres se acomplejan por “el cauchito, la celulitis y las estrías” y no se colocan ropa corta para practicar.

“Con el tiempo se quitan ese chip de ‘me voy a ver gordita’ y empiezas a mostrar tu cuerpo, queriéndote como eres”, detalló.

Inicios del twerk

El movimiento surgió originalmente como un tipo de música y luego como un baile. La palabra comenzó a asociarse al movimiento de glúteos cuando el cantante DJ Jubilee estrenó el video del tema “Jubilee all”, en el que se sale una mujer realizando la actividad.

Requena señaló que el twerk no fue considerado un baile, sino un agregado a las coreografías, hasta que las rusas, en el 2010, impulsaron el movimiento con academias, producción de videos y buenas coreografías.

“Después de las rusas ya el twerk no era el movimiento de glúteos sexualizado que siempre hemos tenido en la mente, sino que se le dio un lugar en el mundo del baile”, indicó.

En Venezuela el “boom del twerk” inició en 2015, cuando el dancehall estaba de moda.

La campeona del concurso de twerking 2018 y pionera del género en el país, destacó que en Venezuela aún se trabaja para que las personas acepten el movimiento y se acostumbren al nuevo género sin sexualizarlo.


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