En Nueva Esparta
Playas de Cubagua
Cubagua fue la primera ciudad que existió en Venezuela en 1528 y recibió el nombre de Nueva Cádiz. Cuando se acabaron las perlas, después de una explotación inmisericorde que casi acaba con los indígenas, todos se fueron, hubo un maremoto y los piratas acabaron con lo poco que quedó. Las ruinas que quedan son un reflejo de nuestra indolencia. Lo que debería ser un monumento histórico, es un abandono. Sin embargo, hacia el otro extremo hay unas playitas solitarias y preciosas, algunas rancherías de pescadores y un barco hundido perfecto para hacer snorkeling o bucear. Es tremendo paseo.
Para ir: llamen a Anays del Valle Toro Caraballo al (0414) 708 9578.
Correo: [email protected]
En Vargas
El restaurante de Pierina
Cuando anden por Las Salinas, esa carretera después de Catia La Mar con destino a Chichiriviche de la Costa, busquen el restaurante de Pierina, muy familiar y atendido por Pierina y su prole. En las mañanas hay empanadas, pero a partir del mediodía se extiende a pescado frito, asopados, paella o calamares. Tremendas cocadas y frescos jugos de frutas. Sirven en un caney lleno de plantas a la orilla del mar.
Para ir: entrada de Las Salinas. Solo sábados y domingos.
En Portuguesa
Le Marque en Acarigua
Las hermanas Fátima y Loredana Cremi –de padres italianos– se asociaron con Marisela Ramírez y montaron Le Marque, un restaurante muy sencillo junto a una estación de servicio en Acarigua donde sirven una atómica comida italiana. Sorprende llegar aquí, ver todo pulcro y ordenado y que te llegue a la mesa un pasticho recontrasuculento, una pasta casera con una salsa delicada, un café extraordinario, gustoso y cremoso y un excelso tiramisú. Encima estas mujeres atendiendo y conversando sabroso. Y estás junto a la vía. Le Marque es un restaurante de carretera como los que quisiéramos tener por todos los caminos de Venezuela.
Para ir: avenida Los Pioneros, en la salida hacia Guanare, edificio El Pilar, al lado de Asoportuguesa Productos.
Teléfonos: (0424) 568 0228 y (0424) 515 9565.
En Bolívar
La Llovizna para gozarlo
La próxima vez que vayan a Puerto Ordaz no se conformen con ver el salto La Llovizna desde el parque o desde la carretera. Gócenlo completico con la gente de Aquaxtremo. Ofrecen kayak y paddle en las aguas del Caroní saliendo desde el hotel Venetur. Llegan hasta el salto La Llovizna, cruzan a unas cascadas, suben por piedras, se dan masajes, reman de nuevo hasta un jacuzzi fenomenal y se lanzan desde una piedra altísima. Me fascina. Es muy seguro, son cuidadosos, llevan hidratación y fruticas frescas.
Teléfono: (0424) 114 1083.
Correo:[email protected]
Facebook:Aquaxtremo Instagram:@aquaxtremo
BIEN DATEADO
Cuando la vida los lleve por los predios de El Paují, después de Santa Elena de Uairén, al cruzar la Gran Sabana, pregunten dónde queda Bajo Amarillo, un tobogán de piedra anchísimo, con el agua roja y la poza helada, honda y amplia rodeada de árboles. A pocos minutos de El Paují en la vía hacia Icabarú.
Por esos mismos predios adoro el salto El Cajón. Azaroso el trayecto a este pozo anaranjado y fresco, con una caída de agua tipo jacuzzi. Con un conocedor, pueden bajar, subir, volver a bajar y llegar hasta un gran salto para darse masajes o reposar en unas piedras enormes. Preguntan y allí les dicen.
En Lara
Sentido de pertenencia
Los caroreños están convencidos de que Carora es una especie de combinación entre Madrid, París, Nueva York y Roma. En una ocasión un obispo de estos predios fue a París en el siglo XIX. Cuando regresó y le preguntaron qué le había parecido, dijo: “Es un poquito más grande que Carora”. Adoro este orgullo, este sentido de pertenencia. Los caroreños regresan a su ciudad, aman su Club Torres, se desmoñan por su lomo prensado, sus galleticas marrones muy tostadas, las patas de grillo, el caviar caroreño que hacen con las caraotas, los quesos de cabra Las Cumbres, su granizado de mamón único en el país y su casco colonial. Hay que visitarlos para seguir el ejemplo.
Para ir: Carora queda en el estado Lara, saliendo de Barquisimeto en la vía hacia Tintorero, por pura autopista.