Rafael Nadal y Novak Djokovic no llegaron ni siquiera a saltar a la pista para disputar sus respectivos partidos contra Pablo Carreño y Dominic Thiem, en un inicio de cuartos de final de Roland Garros pasado por agua.

La organización se vio obligada a reprogramar sus encuentros para hoy debido a los retrasos acumulados durante la jornada por la lluvia, que motivó dos suspensiones, una de ellas superior a las tres horas.

Cuando las nubes dieron tregua, los dos cuartos femeninos pudieron ir reanudándose: la suiza Timea Bacsinszky, número 31 del mundo, y la letona Jelena Ostapenko (47ª) consiguieron su billete para las semifinales, en las que se enfrentarán por un lugar en la final del sábado. Fue uno de los pocos momentos de tenis, en una jornada en la que los espectadores pasaron gran parte del día cobijándose del mal tiempo, matando las horas en las tiendas y ‘stands’ publicitarios del recinto y consultando en sus teléfonos móviles la previsión meteorológica, para saber si los partidos iban a poder continuar o no. El martes amaneció nublado y fresco en París, con amenaza de una lluvia que iba a descargar poco después.

Los cuartos de final femeninos pudieron comenzar a la hora prevista, hacia las 14h15 locales (12h15 GMT), pero tuvieron que ser interrumpidos una hora y cuarto más tarde. Ahí comenzó una suspensión de tres horas y cuarto, la más importante del día, durante la que la organización anunció la cancelación de los partidos de Nadal y Djokovic del programa de este martes. Se pudo continuar adelante con los cuartos femeninos ya empezados, que se reanudaron a las 18h45 (16h45 GMT), pero sólo por veinte minutos, ante la llegada de otra ráfaga de lluvia. Tras otra media hora de pausa, la competición se reanudó hacia las 19h35 (17h35 GMT) y los partidos pudieron concluir.

En el otro juego de cuartos de final jugado este martes, la letona de 19 años Jelena Ostapenko no dio opción a la danesa Caroline Wozniacki, pese a haber perdido el primer set (4-6, 6-2, 6-2).


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