En los inmensos estudios rodeados de nieve de Budapest, Antonio Banderas, con el pelo gris y alisado, da vida a un Pablo Picasso que mira hacia atrás su larga existencia para la serie estadounidense Genius: Picasso. “El viejo Picasso mira su vida por el retrovisor”, dice el actor, oriundo de Málaga, como el pintor español.

La serie, de 10 episodios de una hora, se basó en una exhaustiva investigación y dará una visión más amplia del hombre y del artista, destacó el intérprete durante una pausa.

El ritmo de trabajo es incesante. “Tras cinco horas de maquillaje”, Banderas rueda casi siete escenas diarias. La filmación, que empezó en el pasado mes de octubre, se ha desarrollado en París, Barcelona, Málaga, Budapest y pronto llegará a Malta.

Ken Biller, guionista jefe de la serie que se estrenará el 26 de abril en 172 países por National Geographic y se traducirá a 43 idiomas, hace de la vida del artista una epopeya del siglo XX. “Nuestro trabajo es divertir y contar una buena historia”, subraya, al margen del rodaje, en las afueras de Budapest. La dificultad radicaba en no traicionar la verdad histórica.

“Nos hemos hecho con la verdadera historia de Pablo Picasso, fallecido a los 92 años de edad, y hemos sacado drama, tensión, emoción y creado suspense”, añade Biller. “Nuestros diálogos están alimentados con declaraciones que sabemos que dieron los diferentes protagonistas”, revela. Toda la serie se basa en acontecimientos que tuvieron lugar, afirma, si bien admite “algunas infracciones”. “Por ejemplo, nos tomamos la libertad de comprimir determinados acontecimientos”, precisa.

Esta semana Banderas terminó de grabar la serie en la que ha sufrido una inmersión tan grande, tanto física como espiritual, que aún no tiene perspectiva para hablar con objetividad del personaje. “Estoy agotado, aún hablo a borbotones. Pero sí puedo decir que no hemos tratado de glorificar a Pablo Picasso; el nuestro es un personaje con claroscuros en su vida cotidiana y en su relación con mujeres e hijos”. También afirmó que “no hay desamor y no hay abusos, es un hombre que quiere y puede con todo”, resumió el actor.

Banderas es consciente de que uno de los aspectos más denostados del pintor ha sido siempre su relación con las mujeres y sus múltiples infidelidades: “Traté de no establecer juicios de tipo moral porque eso me hubiera impedido llegar al personaje, aunque reconozco que, cuando me metía en las zonas más oscuras de su personalidad, lo defendía”, aseguró.


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