Más de dos horas de angustia vivieron las religiosas y un vigilante de guardia en el colegio Santa Ana de El Paraíso debido a la irrupción de un grupo de vándalos el sábado en la madrugada.Los delincuentes, con edades entre 25 años y 30 años de edad, accedieron a las instalaciones del plantel luego de trepar por una pared lateral. Con una segueta cortaron los soportes de las rejas de las oficinas de dirección y de uno de los laboratorios. Pero al entrar se activó una alarma. Para callar la sirena destruyeron el cableado.Los hampones aparentemente no se percataron de que tres religiosas y un sereno estaban allí. Este último se ocultó en un cuarto de depósito.El vigilante y las religiosas intentaron comunicarse con las autoridades a través de los números de emergencia, pero no funcionaban. Llamaron a la estación de bomberos que está al cruzar la calle y allí les dijeron que no podían abandonar el lugar. Pero fue tanta la insistencia que uno de ellos corrió a un puesto de la Guardia Nacional Bolivariana en la plaza Madariaga e informó lo que sucedía.Los militares, sin embargo, no llegaron de inmediato pues tenían que reunir un grupo suficientemente grande para atender la situación. Mientras tanto, los delincuentes saqueaban las oficinas luego de reventar siete puertas o rejas.Las religiosas permanecían aterradas en las habitaciones. Escuchaban los golpes y creían que los hombres subirían por ellas. A las 4:45 am más de 20 efectivos de la GNB se aglomeraron frente a la puerta principal del colegio. El vigilante aprovechó un descuido de los hampones y se trasladó a su oficina para abrirles.Dos hombres fueron detenidos en lugares distintos del plantel. Pero los empleados sabían que aún faltaba uno por capturar. Estaba en un depósito, dormido y cubierto de adornos de Navidad. Supieron que se encontraba  allí al escuchar sus ronquidos.Es la cuarta vez desde 2015 que el plantel es blanco de la acción del hampa.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!