El último mensaje de Lisbeth Andreina Ramírez Mantilla, antes de morir este lunes en el operativo policial contra Óscar Pérez, fue para despedirse de sus familiares, quienes aún esperan que les entreguen el cadáver para darle cristiana sepultura.

“Alfredo, soy yo, Andreína… aquí nos agarraron con Jairo… Los amo, los amo mucho; dile a mami que me perdone, y a mi papá que me perdone por todo. Los amo, perdónenme por favor”, fueron sus últimas palabras en una nota de voz de WhatsApp que duró 10 minutos.

La familia de Lisbeth también se enteró el lunes de que su hija no estaba en Maracaibo, como les anunció el 9 de enero cuando se fue de su casa para retomar los estudios. La joven no se fue a Maracaibo sino a Caracas para verse con su novio Jairo Lugo, uno de los funcionarios que formaba parte del grupo de Pérez, reseñó La Nación del Táchira.

Ni su madre ni su padre se imaginaban que Lisbeth, que tenía 30 años al momento de su muerte, estuviera embarazada. Uno de los hechos que más les impactó junto con la muerte y que les hizo pensar que su hija les ocultaba cosas para no herirlos.

La familia solo pide en estos momentos que les entreguen el cadáver para darle cristiana sepultura. “Eso es lo único que queremos ahora, que me la traigan para San Cristóbal, que me entreguen su cadáver, que no lo vayan a cremar, quiero verla por última vez, por favor. Me duele en el alma”, sentenció Faride Mantilla, madre de Lisbeth.

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