Dennis Nieto, tío de Jhonathan José Ramírez Nieto, a quien mataron de un tiro en el pecho, dijo: “Le quitaron la franela blanca y con ella limpiaron la sangre que salpicó las paredes y el piso”. El hecho ocurrió el martes 14 en su residencia, en el barrio La Ceibita en El Valle.
Ese día a las 6:00 am, una comisión de la Fuerza de Acciones Especiales irrumpió en la vivienda, relató Nieto ayer en las afueras de la morgue de Bello Monte, mientras esperaba el certificado de defunción de su sobrino.
“Al muchacho lo sentaron en el sofá, mientras que a sus padres los llevaron al segundo piso de la casa. Mi hermana, que es su mamá, me dijo que escuchó un tiro y luego seis más. Los policías gritaban: ‘todos al piso, que los malandros saben que estamos aquí’, y comenzaron a disparar. Pero era mentira, ya Jhonathan estaba muerto. Luego se lo llevaron en una de las patrullas al Hospital Periférico de Coche”, relató Nieto.
Cuando los padres de Ramírez Nieto bajaron a la sala, vieron que uno de los funcionarios, identificado con el uniforme de la FAES, limpiaba la sangre del piso: “No esperaron ni que llegara el Cicpc; ellos mismos limpiaron la escena del crimen y dejaron eso así, como si nada”.
No era un santo. Dennis Nieto dijo que su sobrino, de 23 años de edad, se dedicaba al comercio informal en la avenida principal de El Valle. Señaló, además, que ya se había escapado de la muerte el año pasado.
“Unos policías del Cicpc se lo llevaron de la zona y lo llevaron a una montaña donde lo arrodillaron, mientras un policía lo apuntaba con un arma, pero el rogó por su vida y a cambio de su libertad les ofreció una suma alta de dinero. De igual forma, lo llevaron hasta los calabozos de la avenida Urdaneta como presión hasta que entregara el dinero prometido. Su abuela lo entregó un día después. Él no era un santo, había tenido sus problemas con la justicia”, dijo.
A Ramírez Nieto le sembraron un arma calibre 38. “Se la pusieron en la mano derecha y la dispararon dos veces para simular que se enfrentó con los funcionarios”, concluyó.