La proliferación y aumento acelerado de enfermedades como tuberculosis, hepatitis y VIH-Sida están poniendo en peligro la vida de los presos en el Centro para Procesados 26 de Julio, en San Juan de los Morros, estado Guárico, que no cuentan con una atención médica adecuada ni medicamentos, denunció el Observatorio Venezolano de Prisiones.

Además, una alimentación sin variedad es lo que reciben los reclusos. La comida que reciben es poca y desde hace tiempo el menú no lo varían, solo ingieren un plato de lentejas con arroz porque es lo único que les da el Ministerio del Servicio Penitenciario.

Privados de libertad y familiares desconocen qué está pasando con los alimentos que llegan al penal, puesto que a sus manos no llega nada de lo que reciben en ese retén.

A todo eso se agrega que la calidad de la comida es mala y muchos presos se han enfermado por ingerir solo una dieta basada en granos. De igual manera, se conoció que son muchos los presos que han perdido más de 10 kilos de peso durante su permanencia en ese penal.

Desde el internado judicial informaron al OVP que desde su creación, el Ministerio del Servicio Penitenciario anunció que tendrían un tanque de almacenamiento de agua con capacidad para 500.000 litros y un sistema de bombeo que aseguraría el suministro continuo del vital líquido. “Pero esto es una total farsa, pues el agua les llega a través de cisterna y no todos los días”, indican. Los presos tienen poco acceso al agua porque deben ahorrarla para usarla para tomar, bañarse y lavar su ropa.

Ante esta situación violatoria de los derechos humanos de los privados de libertad, el OVP llevará el caso ante instancias internacionales porque la situación de la comida, el agua y las enfermedades es un común denominador en todos los establecimientos carcelarios del país.

LaCifra

1.900 privados de libertad conviven en malas condiciones en el Centro para Procesados 26 de Julio en el estado Guárico


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