Ayer, a las 7:30 am, en la Avenida Principal de Los Cortijos de Lourdes, un gerente de cuentas de Empresas Polar se trasladaba en un carro azul. Se detuvo para hacer una compra en la panadería Crocante II, y al bajarse del vehículo, unos delincuentes se le aproximaron, le robaron el teléfono celular y, además, le dispararon en el abdomen. Por fortuna, Daniel Masaya, de 41 años de edad, fue trasladado a la Policlínica Metropolitana donde fue intervenido quirúrgicamente y pudo salir con vida del atentado.
Un vigilante del Centro Empresarial, adyacente a La Crocante, fue testigo de lo sucedido mientras se ocupaba de resguardar el edificio. “Vi al hombre llegar en un carro azul a la panadería y escuché la detonación. Supongo que los delincuentes lo estaban siguiendo. Me pregunto si no les bastaba con quitarle el teléfono. ¿Por qué tienen que dispararle? Eso es maldad”, manifestó.
La Avenida Principal de Los Cortijos de Lourdes es una zona industrial donde aproximadamente 8.000 empleados de diversas empresas acuden a sus trabajos y usan las aceras para subir y bajar desde la estación del Metro. Alfredo Galán, presidente de la Asociación de Industriales y Comerciantes de Los Cortijos y Los Ruices, afirmó que en el sitio ocurren de tres a cuatro robos diarios, según los datos que maneja. “Son, al menos, los datos de las denuncias que nosotros recibimos de los comerciantes, pero puede haber más”, acotó.
Las personas que transitan por la avenida son más vulnerables a los robos en horas de la mañana y de la noche. “Es una boca de lobo cuando anochece. No hay iluminación; la calle está completamente sola y sin patrullaje policial”, dijo.
En comparación con enero del año pasado, Galán aseguró que ha habido un incremento de 100% de asaltos en este primer mes de 2018. “La situación del país es la causa del aumento de estos ataques. Además, no hay funcionarios de Polisucre en los alrededores”, apuntó. Personas que diariamente caminan por la avenida señalaron que muchos de los asaltantes, una vez que comenten sus fechorías, huyen hacia la salida que colinda con la autopista Francisco Fajardo.
Robos evitables. Galán indicó que, en los últimos años, Asicor ha intentado, junto con la Policía de Sucre, concientizar a los trabajadores de las empresas que operan en la zona para que eviten sacar sus teléfonos celulares mientras circulan por la calle. Otra de las recomendaciones es que los empleados salgan en grupo de las compañías y se dirijan, todos juntos, hasta la estación del Metro de Los Cortijos. Igualmente aconsejó a las personas que salgan acompañadas si van en vehículo.
No obstante, Galán consideró que la gente no cumple estas recomendaciones. “Hay que hacer más operativos de concientización para que la gente sea razonable y no se exponga. Hay desidia en los dos bandos, es decir, tanto entre los funcionarios policiales como en la ciudadanía”, dijo. También anunció que Asicor sostendrá una reunión el lunes 5 de febrero con la nueva dirigencia de la Alcaldía de Sucre con el fin de tratar el problema de la inseguridad en la avenida, así como en otros sectores de Los Cortijos de Lourdes.
Manfredo González, concejal del municipio Sucre, aseveró que la policía municipal carece de agentes que puedan ejercer sus labores en la calle. “En la actualidad contamos con alrededor de 700 funcionarios nada más”, puntualizó. La jurisdicción de Sucre es extensa y necesita cerca de 4.000 funcionarios, dijo. “Tenemos menos del 25% de ese número”, recalcó. Galán refirió que en 2014 Asicor y otras cámaras de comerciantes le donaron a Polisucre una patrulla Toyota, seis bicicletas y una estación de radio. Sin embargo, es un equipo insuficiente, reconoció. “La brigada de ciclistas no se ve en la calle desde hace ocho meses aproximadamente”, remató.
El dato
La estación del Metro de Los Cortijos ha sido un blanco para los delincuentes durante el primer mes del año. El 13 de enero, en el andén en sentido hacia Petare, un hombre sin identificar asesinó a Antonio José Porras Vásquez, de 38 años de edad, de un tiro en la nuca cuando las puertas del tren se cerraban. En ese suceso se manejó la venganza como móvil del homicidio.