A las 12:25 del mediodía salió de la morgue de Bello Monte la carroza fúnebre que trasladó al Cementerio del Este el cadáver del capitán de fragata Rafael Acosta Arévalo, de 50 años de edad.

La carroza salió escoltada por un jeep de la Policía Nacional Bolivariana.

A la salida de la morgue el abogado Alonso Medina Roa señaló que la forma como fue entregado el cadáver corresponde a una inhumación controlada por el Tribunal 36 de Control del Área Metropolitana de Caracas.

Explicó que la intención de la familia de Acosta Arévalo era sepultarlo en Maracay, estado Aragua, donde reside la mayor parte del grupo familiar.

Cuando a Medina Roa le preguntaron por el resultado de la autopsia practicada al militar, respondió que la experticia médico-forense refleja la realidad de lo ocurrido.

«Yo lo maté y yo lo entierro. Algo así se puede interpretar esto”, denunció Medina Roa.

«Hoy nos sorprenden con esta inhumación controlada», agregó el abogado, quien manifestó que la familia ha expresado su inconformidad con esta decisión y que ya no se puede hacer nada más.


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