De varios impactos de bala asesinaron a Ignacio Aponte, supervisor de Policaracas, ayer a las 11:00 de la mañana en las inmediaciones del edificio Caracas Teleport, en Plaza Venezuela.
La patrulla fue interceptada por dos delincuentes que se trasladaban en moto. El parrillero disparó contra Aponte e hirió a otra oficial, a quien solo identificaron con el nombre de Elaina. Los delincuentes emprendieron la huida con el arma de reglamento de Aponte.
En 42 semanas del año se han registrado 52 casos de homicidios de policías y militares que han sido víctimas del hampa, según cuenta de la prensa.
Otro funcionario de la Fuerza de Acciones Especiales de la PNB resultó herido, luego del estallido de una granada fragmentaria que arrojaron unos delincuentes en Barrio Nuevo, sector El Canaima, en Petare, municipio Sucre, estado Miranda. El hombre herido, de quien se reservó el nombre, fue trasladado al hospital Domingo Luciani, en El Llanito.
Fuentes de ese organismo informaron que el sector fue tomado ayer a las 6:30 am. Delincuentes de la zona dispararon contra la comisión policial lo cual generó un enfrentamiento que culminó con la muerte de un individuo apodado el Rancho y que para el momento de los hechos no portaba documentos de identidad.
Detenidos
Los oficiales de la PNB, Cristhian Chacón, de 23 años de edad; Ronald Sifontes, de 34 años de edad, y Jonathan Acosta, de 29 años de edad, fueron puestos a las órdenes del Ministerio Público “por la presunta comisión de los delitos de homicidio intencional calificado con alevosía en grado de coautoría y uso indebido de arma orgánica”, mientras que a la funcionaria Rosmary Rengifo, de 22 años de edad, le fue imputado el delito de homicidio intencional en grado de complicidad, luego de la muerte de Kevin Antonio Segovia Carrero, de 12 años de edad, quien murió al ser herido por una bala perdida durante un enfrentamiento entre policías y delincuentes, el pasado jueves en el semáforo de la avenida Bolívar de Caracas, diagonal al Museo de los Niños. A los cuatro funcionarios se les dictó privativa de libertad y permanecen en los calabozos del Cicpc, en la avenida Urdaneta.