A Juan Carlos Acosta, de 23 años de edad, le dispararon cuando solicitó los servicios de un mototaxi al salir del mercado de La Hoyada, ayer en la mañana. La víctima trabajaba desde hacía cinco años en un puesto del mercado: vendía zapatos. Era padre de tres hijos. Sus allegados dijeron que salió de su puesto de trabajo porque vio algo extraño y apenas subió al mototaxi le dieron el tiro que le ocasionó la muerte. Sus amigos pararon en la avenida Fuerzas Armadas una camioneta modelo ranchera, Ford Zephyr, marrón, placas EAT43F, que era conducida como taxi por Próspero Arturo Castellanos Jerez, quien llevaba a una pareja de pasajeros a la que trasladaría al hospital Pérez Carreño, pero no pudo continuar la carrera, pues los amigos de Acosta bajaron a los clientes para que el chofer los llevara hasta un centro médico. Como este les hizo ver que el vendedor de zapatos ya había muerto lo obligaron a llevarlo hasta el Cuartel General de los Bomberos del Distrito Capital. Lo amenazaron con que de no hacerlo le quemarían el vehículo. Al taxista no le quedó otra alternativa que trasladarlo. A la víctima la introdujeron en el asiento trasero y uno de los amigos lo acompañó. El hecho ocurrió a 100 metros de la entrada de la emergencia de los bomberos. Al llegar frente a esa dependencia Castellanos Jerez detuvo su camioneta, atravesó la avenida y pidió a los funcionarios que fuesen al taxi para confirmar la muerte de Acosta. Los bomberos ratificaron que el hombre había fallecido. El cadáver del vendedor de zapatos quedó en el piso de la parte posterior del vehículo. Familiares de la víctima y el amigo que lo acompañó estuvieron en el lugar hasta que llegara la comisión de la policía científica que se encargaría de empezar las investigaciones. El cadáver de Acosta fue uno de los 10 que fueron ingresados a la morgue entre jueves y viernes de esta semana. En lo que va de mes a esa dependencia han trasladado 395 cadáveres. En la Petare-Guarenas. El cadáver de una mujer, sin identificación, fue localizado ayer en la mañana en la autopista Gran Mariscal de Ayacucho, a escasos metros de la entrada de los túneles que comunican con la urbanización Parque Caiza. La ultimaron de un disparo en el intercostal izquierdo. Con su muerte asciende a 66 el número de mujeres asesinadas este año en la Gran Caracas. La víctima es de piel trigueña y cabello rizado negro. Se calcula que tenía entre 30 y 35 años de edad. Vestía blue jean, franela negra con tirantes y chaqueta color fucsia. Estaba descalza.


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