En 2018 la ONG Una Ventana a la Libertad registró 313,6% de hacinamiento en 174 centros de detención preventiva, monitoreados en 15 estados del país.
El resultado final fue de 16.719 personas agrupadas en espacios no aptos, cuya capacidad instalada es de 5.332 para hombres y mujeres, que deberían permanecer por un período no mayor a 48 horas.
El dato aportado durante el cierre de la investigación, dirigida por el abogado y activista de los derechos humanos de privados de libertad, Carlos Nieto Palma, fue que 92% de la población son hombres y 8% mujeres y un total de 1.132 personas ya sentenciadas, lo que representa 7% del total de los detenidos.
El estudio de Una Ventana a la Libertad refiere que los primeros 6 meses del 2018, el hacinamiento en los 174 calabozos monitoreados -de los 500 que existen en el país- fue de 271%, mientras que para finales de año fue de 314%, 43 puntos más.
Los centros de detención preventivas están distribuidos en calabozos policiales, estatales y municipales de la Policía Nacional Bolivariana, la Guardia Nacional Bolivariana, el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas y el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional.
Carlos Nieto Palma explicó que las mayores tasas de hacinamiento se registraron en el estado Falcón con 853%; Anzoátegui con 661%: 189 cupos y hay 1250 personas detenidas, Zulia 484%: 705 cupos y 3.413 personas.
Las tasas menores de sobrepoblación de detenidos se registró en los estados Lara con 132% de hacinamiento, cuyos centros tienen una capacidad instalada para 1.430 personas y existen 1.882 detenidos. En Bolívar, 230% de hacinamiento, 373 de capacidad versus 857 personas detenidas y Carabobo registra 230% de sobrepoblación.
“Los centros de detención preventiva no cuentan con la capacidad, los mismos servicios y las mismas características que los establecimientos penitenciarios. Los policías de las comisarías, que deberían prestar servicios a la comunidad en materia de seguridad, se encuentran cuidando a los detenidos”, puntualizó Carlos Nieto Palma, director de Una Ventana a la Libertad.