Al menos siete niños warao murieron entre el 24 y el 27 de enero por falta de medicamentos en el municipio Antonio Díaz, parroquia Manuel Renauld, específicamente en las comunidades de Mujabaina de Bonoina, Yarita y Kuarejoro de Guayo, Delta Amacuro.
Los familiares manifestaron que cuadros de diarrea, vómito y deshidratación acabaron con la vida de los pequeños sin que pudieran contar con ayuda de algún centro asistencial, puesto que cuando eran trasladados a los ambulatorios recibían como respuesta que no tenían ni medicina, ni insumos médicos.
Los infantes fallecidos tenían siete meses y tres años respectivamente.
Los familiares aseguran que “son varias muertes, los niños mueren sin remedios, primero les da diarrea con vómito y acompañado con fiebre que mata a los niños en pocos días”.
El equipo del Observatorio de Derechos Indígenas Kapé Kapé se hizo presente en las comunidades para constatar la veracidad de los hechos y recogió los argumentos y las pruebas fotográficas.
Los ambulatorios más cercanos son las medicaturas de Nabasanuka y San Francisco de Guayo, en las parroquias Manuel Renauld y Padre Barral.
El día 28 de enero falleció sin atención médica una indígena de 65 años, en la comunidad de Bonoina, parroquia Manuel Renauld.
La población afectada consume agua directa del río sin ningún tratamiento, no cuentan con redes de excretas, ni servicios básicos.
El municipio Antonio Díaz es la localidad con mayor población indígena warao. De acuerdo al censo poblacional del 2011, cuenta con una población de 26.661 que pertenece a este pueblo.
A la luz de esta cruda realidad que están viviendo los indígenas warao, especialmente quienes viven en las zonas más alejadas, Kapé Kapé enciende las alarmas para que el Estado propicie las medidas necesarias para poner fin a la mortandad y precarias condiciones de vida en las que viven estas comunidades.