Winyerbel Rafael Torrealba Hurtado, de 16 años de edad, fue ultimado a tiros por una comisión de la FAES de la PNB que el miércoles a las 5:00 am entró a su domicilio, en un edificio de Ciudad Tiuna, luego de desprender la reja del apartamento ubicado en el piso 12. La denuncia la hizo ayer, Marbelys Pineda Hurtado, hermana de la víctima.

A esa hora la madre del adolescente ya había salido a trabajar mientras el menor de siete hermanos dormía, así como un sobrino de 6 años de edad a quien los funcionarios policiales envolvieron en una sábana y lo sacaron del inmueble para dejarlo en el pasillo. Después el niño bajó llorando hasta al apartamento de una tía en el piso 10. Entre tanto, otros policías sacaron de la habitación a Winyerbel Rafael. Marbelys, al ver llegar a su sobrino a su casa subió al piso 12 para conocer qué ocurría, pero no le permitieron entrar; sin embargo, desde afuera ella observó que su hermano menor estaba sentado en la sala. Luego los funcionarios lo llevaron al piso superior porque al adolescente lo ultimaron en el pasillo del piso 12. La familia desconoce la cantidad de tiros que le dieron porque hasta ayer en la mañana no había logrado ver el cadáver.

A los parientes les dijeron que el joven estaba solicitado por homicidio, por la fuga de un centro de reclusión y que además se había enfrentado a los cuerpos de seguridad. “Le colocaron una pistola”, dijo la hermana. Una vez que murió a las puertas del apartamento, los policías lo llevaron al Hospital de Coche. Pineda Hurtado negó que se hubiera tratado de un enfrentamiento, puesto que ella vio a su hermano sentado en la sala antes de que lo mataran.

Winyerbel Torrealba Hurtado era basquetbolista desde pequeño y entrenaba en una escuela dirigida por cubanos. Había presentado una prueba en el equipo Cocodrilos e integraba una misión creada por el diputado del PSUV, fallecido, Robert Serra. El adolescente aspiraba a emigrar.

“En Venezuela no hay leyes. No se respeta la vida del ser humano como es matar a un muchacho de 16 años de quien ellos no sabían ni el nombre. No se preocuparon en saber quién era”, dijo Pineda Hurtado, quien indicó que los policías no permitieron que los familiares se acercaran a la casa, y que fueron agredidos verbal y físicamente. 


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