Una disminución de hasta 47% de los hechos delictivos en los municipios El Hatillo y Sucre de la Gran Caracas, reportaron sus autoridades al ofrecer sus respectivos balances de seguridad.
En El Hatillo se han registrado 283 delitos en lo que va de año, en comparación con los 380 sucesos ocurridos de 2014. “Ha sido un descenso progresivo de la criminalidad y representa una reducción de 25,53% de los crímenes con respecto a los años anteriores”, aseguró el alcalde encargado Reinaldo Díaz.
En Sucre el índice de delitos se redujo 47,2% en 2017 con respecto al mismo período en 2016, de acuerdo con el alcalde de esa jurisdicción, Carlos Ocariz.
Para lograr esta meta, en ambos municipios se tomaron medidas para enfrentar uno de los mayores problemas que padece la población venezolana: la violencia en las calles.
En El Hatillo se inauguró la sede de Seguridad Ciudadana del municipio, en la subida de Los Naranjos, avenida Rómulo Betancourt, frente al centro comercial Parque Cerro Verde. Los objetivos primordiales de esta instalación son la rápida respuesta y el traslado de los funcionarios a cualquier lugar del municipio, la recepción de cualquier denuncia y el combate a la inseguridad. “Esta sede le facilita a los habitantes denunciar cualquier caso debido a que por esa vía transita 51% de los hatillanos”, aseguró el alcalde encargado Díaz.
El edificio será la sede de la brigada motorizada de Polihatillo, que consta de 14 funcionarios de acuerdo con Néstor García, director de operaciones de Polihatillo; también albergará personal de Protección Civil El Hatillo, la oficina de Atención a la Víctima –que funcionará las 24 horas del día–, el Centro de Operaciones Policiales y Seguridad Ciudadana, que también atenderá casos de secuestros. Néstor García aseguró que en total hay 134 uniformados en el organismo y esperan que para este mes se incorporen entre 5 y 10 funcionarios más.
“Tenemos un claro déficit de policías en el municipio según los estándares internacionales que sugiere que haya entre 3 y 4 agentes por cada 1.000 habitantes. Nosotros disponemos de 1,2 y 1,3 por cada 1.000”, indicó. No obstante, manifestó: “A pesar de esa dificultad, hemos podido disminuir el delito en el municipio”.
Uno de los padecimientos de las policías municipales, como en toda Venezuela, es el bajo salario. Según Ocariz, a partir de enero del año próximo los funcionarios podrán cobrar más en el bono de alimentación, así como una prima por hogar de 30% del sueldo mínimo, una prima de transporte de 40% con respecto a ese salario y otra, mensual, de riesgo. Además se incrementará el bono de asistencia perfecta al organismo. También afirmó que de 17 patrullas y 38 motos que tenían, en este momento poseen 117 motocicletas y 103 patrullas.