La morgue de Bello Monte suspenderá las autopsias debido a la falta de agua, según información extraoficial. Patólogos están a la espera de la llegada de un camión cisterna desde la tarde del lunes para continuar con los protocolos de al menos 12 cadáveres que fueron ingresados durante la madrugada del martes.

A esta lista de nuevos ingresos, destaca el de Daniel Hernández Pérez, un detenido de los calabozos de la Policía Nacional Bolivariana, que murió el lunes en la noche en el hospital Miguel Pérez Carreño.

Parientes relataron que el hombre de 19 años de edad fue aprehendido en mayo del año pasado por presuntamente estar implicado en el robo de un teléfono celular. Hasta hace tres meses estuvo recluido en los calabozos de la zona 7 y fue trasladado a San Agustín.

Médicos en el centro de salud notaron signos de maltrato y negaron la versión ofrecida por funcionarios que custodian esos calabozos de detención preventiva, quienes indicaron que Hernández Pérez tenía tuberculosis y se vieron en la necesidad de aislarlo del resto de la población. 

Daniela Pérez, tía de la víctima dijo que la comida y el agua que le llevaban a diario, era vendida a por los funcionarios a otros detenidos. “Pedimos que se investiguen a fondo las causas de muerte y el por qué tenía signos de maltrato”, aseveró.  

Suman dos muertos procedentes de los calabozos de la Policía Nacional Bolivariana situada en San Agustín en menos de una semana. La madrugada del sábado 9 de marzo funcionarios reportaron la muerte de Jesús Alberto Méndez Martínez de 20 años de edad a quien tenían colgado de las muñecas con esposas y presentó hematomas y una contusión en el rostro, sin embargo en la morgue de Bello Monte, colocaron que las causas de muertes estaban por determinar, dijo una fuente de la institución.


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