Luego de permanecer 48 días recluido en el hospital Domingo Luciani, en El Llanito, Carlos Giovanni Martínez Cartaya murió de un paro respiratorio. Los médicos reportaron complicaciones posoperatorias, luego de varios intentos para retirar el proyectil alojado en el abdomen, expresaron parientes que se encontraban en las afueras de la sede de la medicatura forense en Bello Monte, a la espera del cuerpo.

Sobre los hechos, los familiares dijeron que la tranquilidad del grupo parental fue entorpecida por la acción de cuatro hombres armados que irrumpieron en una humilde vivienda situada en el sector Cupo, municipio Zamora, en Guatire, Miranda, el lunes 22 de octubre a las 8:00 pm.

Dos de los delincuentes golpearon a la mujer, madre de dos niñas de 8 y 11 años de edad, y de un bebé de apenas un día de nacido, a quien cargaba en sus brazos. Martínez Cartaya, de 35 años de edad, quiso evitar el hecho y por ello recibió un impacto de bala en el abdomen y en la pierna izquierda. Mientras clamaba por su vida y la de su familia, tirado en el suelo, los hombres robaron los electrodomésticos de la casa y varios objetos de valor.

Luego del hecho, los delincuentes huyeron mientras disparaban por toda la casa. La esposa de Martínez Cartaya corrió por ayuda entre sus vecinos para llevar a su esposo a un centro asistencial de la localidad, donde lo remitieron al hospital Domingo Luciani, en El Llanito, donde estuvo hasta el domingo 9 cuando murió.

Martínez Cartaya era obrero de la construcción, pero esos días, y por falta de contratos laborales en el área, se había dedicado a la siembra de hortalizas y legumbres en una parcela paralela a su residencia. Con lo recabado por las ventas, cubría los gastos de su grupo familiar. Era el mayor de ocho hermanos.

Delincuencia desatada

Hasta el mes de septiembre Polizamora requería más de 2.000 hombres para fortalecer la fuerza de ese organismo policial, que está a la espera del proceso de captación y preparación de nuevos aspirantes. Esta Policía Municipal ha solicitado apoyo de otros componentes de seguridad, como el Servicio Bolivariano de Inteligencia, la Guardia Nacional Bolivariana, la Fuerza de Acciones Especiales de la Policía Nacional Bolivariana y del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas.

Los vecinos de la zona señalan que no están protegidos por ningún organismo policial, especialmente en las zonas rurales de Guatire donde viven las familias más humildes. “Los delincuentes son los que mandan y tienen luz verde a cualquier hora del día. Lo que pasa más seguido es el robo de viviendas”, manifiestan los habitantes.

Fuentes policiales indicaron que Polizamora cuenta con 300 funcionarios para resguardar a una población de casi 400.000 habitantes.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!