Yorgenis Sánchez Barajas, de 26 años de edad, fue asesinado el martes a las 3:20 pm cerca del distribuidor Altamira, frente a su esposa y a su hija de 6 años de edad. Recibió dos impactos de bala en el pecho y seis en la espalda.
Su hermano, quien pidió reservar la identidad, narró ayer en la morgue de Bello Monte que Sánchez Barajas se encontraba con su familia en el centro de Caracas, donde hacían las compras para la Navidad.
En La Hoyada, Sánchez notó que unos hombres los perseguían. Con la intención de evadirlos, decidió abordar el Metro con destino a Chacao para culminar las compras en un centro comercial de la zona.
Dentro del vagón en el que subieron, dos hombres identificados como oficiales del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas lo abordaron y lo esposaron. Luego en el andén, otros funcionarios obligaron a la esposa y a la niña a retirarse de la estación y a acudir posteriormente a la sede del organismo detectivesco situado en la avenida Urdaneta, para saber sobre su pariente.
Yorgenis Sánchez fue trasladado en una moto con dirección al distribuidor Altamira, donde los funcionarios lo bajaron y le dispararon ocho veces. El cuerpo sin vida quedó en el lugar y luego fue ingresado al Hospital Vargas.
“Esta es la versión de un conocido que casualmente pasaba por esa zona en otra moto y reconoció a mi hermano. El amigo disminuyó la velocidad y vio claramente cuando lo mataron, y le dijeron al amigo que se fuera”, declaró el hermano de Sánchez.
Parientes relataron que Yorgenis Sánchez Barajas estuvo detenido hace un año por el delito de hurto, pero salió en libertad luego de cumplir su tiempo de reclusión.
“Hasta donde sabemos, quedó absuelto por los cargos imputados y luego se dedicó a trabajar como obrero en una construcción”, dijo el familiar.
El informe policial señalaba que Sánchez Barajas se había enfrentado a la comisión de funcionarios y murió en plena persecución. Al policía que conducía la moto lo reseñaron como presunto delincuente y colocaron que se había dado a la fuga con la bolsa de las compras.
Familiares denunciaron el hecho al Ministerio Público y aseguraron que los hombres que detuvieron y asesinaron a Yorgenis Sánchez Barajas eran los mismos funcionarios implicados en su detención el año pasado.
“Cuando estaban en el vagón del Metro, la esposa los reconoció y leyó sus credenciales; presumimos que ajusticiaron a mi hermano por venganza”, dijeron.