Américo Teijeiro pide que se haga justicia en la muerte del mayor de sus tres hijos, que fue ultimado por una comisión policial el 14 de agosto cuando salió de su casa, en Ciudad Miranda, a comprar comida para su familia. Desde entonces el abuelo está encargado de la crianza y manutención de sus dos nietos. Afirma que Luis Ángel Teijeiro Hernández fue víctima de una ejecución extrajudicial.

Minutos después de salir de su hogar, entre las 3:00 y las 4:00 de la tarde, el hombre de 28 años de edad fue interceptado por una comisión de la Policía Municipal de Cristóbal Rojas del estado Miranda, en la vía Charallave-Ocumare, que lo montó detenido en una patrulla. La moto Owen que conducía se la llevaron otros dos uniformados, de acuerdo con la información que ofrecieron los vecinos de la zona.

Luis Ángel Teijeiro, que laboraba como mototaxista, había sido advertido que había un operativo policial en la calle pero decidió ir en busca de los alimentos porque no tenía problemas con la justicia. Más tarde la familia escuchó que habían matado a un hombre y tiempo después confirmaron que se trataba del mayor de los hijos. “El argumento policial fue el mismo que se ha venido dando en todos los casos: que hubo un enfrentamiento”, indicó el padre de la víctima que recibió dos disparos a quemarropa. “Nadie vio nada, nadie sabe nada, solo hay la versión oficial”, agregó.

Los vecinos se abstienen de ofrecer su testimonio de los hechos por temor a represalias. Hasta ahora los padres de Teijeiro no han recibido las pertenencias ni la moto de su hijo.

Cinco días tardó la familia en retirar el cadáver porque en esos días había protestas en Charallave y les era imposible llegar a la morgue de Ocumare.

“Mi hijo era mototaxista y no tenía antecedentes penales. Fue víctima de una ejecución extrajudicial sin el debido proceso. En el país no existe la pena de muerte, pero se ha implementado este modus operandi llamado enfrentamiento policial en el que matan a un inocente y luego lo presentan como un criminal. Mancillan el honor y reputación de una persona que no puede defenderse porque está muerta”, afirmó Américo Teijeiro, quien a pesar de estar incapacitado trabajaba como taxista, pero le robaron el vehículo y no ha logrado conseguir un préstamo para adquirir otro.

Dice que espera que el gobernador del estado Miranda, Héctor Rodríguez, cumpla la promesa que hizo cuando estaba en campaña electoral de intervenir la Policía Municipal de Charallave. “Dijo que tenía conocimiento de que hay funcionarios corruptos. Quiero ver resultados”,manifestó.

Para que sean castigados los responsables de la muerte de su hijo Luis Ángel ha recurrido a los organismos competentes; sin embargo, hasta ahora no ha habido una respuesta. Con indignación y rabia se pregunta: “¿Dónde está la ley, donde está la justicia?”.

Le hizo un llamado al fiscal general, Tarek William Saab, para que se investigue la muerte de su hijo, pues considera que se deben detener esas ejecuciones extrajudiciales que están dejando huérfanos a diario.

Otro hijo. Hace 7 años la familia Teijeiro recibió un primer golpe cuando una bala segó la vida Miguel Ángel Teijeiro Hernández, de 25 años de edad, en el sector Ruperto Lugo de Catia. Llegó al sitio cuando había una balacera. “Eso fue a causa de la delincuencia desatada”, indicó el padre de la víctima.

El suceso ocurrió el 14 de julio de 2010 y el joven falleció el 31 de ese mes. Fue sepultado el día del cumpleaños de su papá, el 2 de agosto.

La víctima estudiaba Administración de Aduana. Era deportista, practicaba kárate y beisbol desde los 4 años de edad. Trajo una medalla olímpica cuando representó a Venezuela en República Dominicana. Jugó con el equipo Criollitos de Venezuela y en la Liga de Ascenso con Los Leones del Caracas.

Laboraba con la organización Mil Veces La Juventud que dirigía el diputado Robert Serra. El organismo se dedicaba a buscar talentos y jóvenes en los barrios.


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