Juan Carlos Méndez y su familia viven la misma incertidumbre desde hace más de dos meses cuando perdieron en forma violenta al menor de los tres hijos, el sargento de la GNB, Jean Carlos Méndez Alfonzo, muerto a tiros en el sector Mendoza de la carretera nacional, Troncal 9 de Barlovento.Méndez Alfonzo, de 21 años de edad había hecho realidad su sueño de estudiar en la escuela de la GNB en Michelena, estado Táchira. Estaba adscrito al Destacamento 512 en Punta de Mata, Monagas.Ese fin de semana estuvo franco de servicio porque no había disfrutado del asueto navideño y lo aprovechó para estar con su familia, en San Cristóbal. El 10 de enero regresó a Monagas y se incorporó a su trabajo aunque le correspondía reintegrarse a sus labores el 12 de ese mes, pero por no tener donde quedarse se fue a su comando.Esa misma noche le encomendaron una misión. Debía integrar un equipo que custodiaría desde esa entidad a Caracas los autobuses que traían trabajadores de Pdvsa para la firma de la contratación colectiva. Eran más de 15 buses.Juan Carlos Méndez denunció que tanto su hijo como el otro sargento asignado fueron enviados a esa misión sin armamento y sin chaleco antibalas, tripulando una camioneta Grand Cherokee, gris, contratada por la estatal petrolera. Ese vehículo era conducido por Luis Brito.A las 5:00 am cuando el vehículo se desplazaba por la Troncal 9 fue interceptado por una Toyota Terios amarilla de la cual descendieron varios hombres armados que obligaron a los militares y dos civiles, un hombre y una mujer, a abandonar la Grand Cherokee.Los dos sargentos fueron ultimados con disparos y sus cadáveres fueron hallados en una zona boscosa de Caucagua. Mientras eso ocurría, Brito abandonó el vehículo y corrió para solicitar ayuda a uno de los buses que trasladaban a los trabajadores para después bajarse en una alcabala.Más tarde, Brito fue localizado muerto de ocho disparos además de haber sido golpeado, en el sector Merecure, cerca de Caucagua, municipio Acevedo de Miranda, al mediodía de ese día.El padre del sargento Méndez no se explica como si los dos sargentos iban en labores de custodia no tenían armas ni chalecos antibalas. ?Tiene que haber un responsable?, expresó. La orden era que en la caravana fuesen seis funcionarios de la GNB y solo salieron cuatro. Los otros dos militares viajaban en otro vehículo. El DatoJuan Carlos Méndez manifestó que su hijo llevaba un bolso con pertenencias y un compañero se lo llevó para lavarlo porque tenía sangre, pero cuando Méndez pidió el bolso le dijeron que lo habían quemado junto con el uniforme porque se pudrieron.


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