Ocho días estuvo el cadáver de Maikel Yacel Rodríguez Méndez, de 34 años de edad, de nacionalidad cubana, en la morgue de Bello Monte, porque el Consulado de ese país se negó a otorgar la certificación de datos al familiar para que esa dependencia entregara el cuerpo. Todo se debió a que el hombre tenía siete años en Venezuela y desertó de la Misión Salud donde había prestado seis años de servicio como fisioterapeuta. Últimamente trabajaba a domicilio hasta que falleció de un infarto.

Ayer Mariela Márquez, licenciada en Educación Preescolar, pareja de Rodríguez Méndez, nacido en Bayamón, Cuba, logró que la medicatura forense aceptara una carta enviada por el consejo comunal de Carapita, donde vivían juntos, para que le entregaran el cadáver que será sepultado en el Cementerio General del Sur.

Como Márquez no tenía recursos para los gastos del sepelio, los amigos venezolanos de su pareja recogieron dinero y consiguieron reunir la cantidad de 7.000 bolívares.

Márquez conoció a Rodríguez Méndez hace siete años. Él laboró dos años en la Misión Salud destacado en la parroquia Caruao, estado Vargas. Luego le renovaron el contrato y trabajó en el CDI de Carapita. Después desertó y ejerció por su cuenta.

Hace tres años Márquez quedó embarazada pero perdió a la niña después de sufrir un ataque de eclampsia y fue cuando Rodríguez Méndez decidió que no se iría de Venezuela. En distintas ocasiones el hombre pidió al gobierno cubano su carta de soltería, pues quería casarse con la educadora, pero cada vez que el documento llegaba tenía errores que impidieron la boda. De esos siete años de unión quedó un hijo de un año de edad. Ayer Márquez esperaba concluir los trámites para llevarse el cadáver.

Una fuente de la morgue dijo que a las 4:00 pm del jueves fue cuando los deudos de personas fallecidas en diferentes circunstancias recibieron los cuerpos que esperaron por varias horas debido a que el registro abrió a las 2:30 pm.


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