Ayer, pasadas las 7:00 pm, el ministro de Interior, Justicia y Paz, Néstor Reverol, a través de su cuenta de Twitter confirmó el fallecimiento de Almelina Carrillo Virgüez, de 47 años de edad, que recibió un botellazo de agua congelada en la cabeza desde un edificio en Candelaria el 19 de abril, cuando por la zona pasaban manifestantes oficialistas que se dirigían a la avenida Bolívar, a la concentración convocada por el Partido Socialista Unido de Venezuela.

La mujer sufrió un traumatismo craneoencefálico y permanecía hospitalizada con pronóstico reservado en la policlínica La Arboleda, donde se desempeñaba como enfermera.

Ese día el vicepresidente de la República, Tareck el Aissami, informó que Carrillo se dirigía a su lugar de trabajo cuando ocurrió el hecho. Aseguró que quien lanzó el objeto pretendía herir a alguien de la marcha chavista.

Sus familiares indicaron que la enfermera no estaba participando en ninguna marcha y que había salido a comprar alimentos antes de comenzar su turno en la clínica.

A través de las redes sociales fue difundido un video en el que se observa que la mujer transita por la calle, es impactada por un objeto y cae. Funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas estuvieron haciendo inspecciones durante la semana, en edificios de Candelaria para determinar el origen de la botella, informaron residentes de la zona.

El ministro Reverol afirmó en la red social que no descansarán hasta capturar a los responsables del crimen.

El defensor del Pueblo, Tarek William Saab, también exhortó a los tribunales a castigar a los responsables.


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