Un hombre de 65 años de edad que murió en el Hospital Militar debido a un traumatismo craneoencefálico por caída de altura, al que le habían hecho la autopsia en la morgue de Bello Monte y cuyos parientes tenían previsto enterrarlo ayer, fue sepultado el viernes sin previo aviso en una fosa común del Cementerio General del Sur junto con otros cadáveres no reclamados por sus parientes.

La denuncia la hizo uno de los familiares, quien explicó que el hombre falleció el 8 de este mes luego de ser operado dos veces por presentar un coágulo de sangre en el cerebro a consecuencia de la caída que sufrió, además era diabético.

Los familiares iniciaron los trámites para retirar el cadáver con la intención de cremarlo, debido a que carecen de los medios económicos para los gastos del sepelio. Sin embargo, en la morgue les advirtieron que no podían incinerarlo porque se trataba de una muerte violenta por ser una caída de altura.

Como el seguro funerario de la familia solo cubre 30.000 bolívares soberanos, comenzaron a hacer gestiones para conseguir el resto del dinero para cancelar el entierro; la urna sería donada por la morgue.

Ayer los parientes se sorprendieron cuando llegaron a retirar el cuerpo y les informaron que había sido sepultado en una fosa común. Les dijeron que ahora entierran los cuerpos a los cinco días de ser ingresados a la medicatura forense si no los han reclamado. Les explicaron que eso se hacía “por razones humanitarias”.

Ahora los familiares tienen que realizar una serie de trámites complicados para obtener los permisos con el fin de exhumar el cadáver y enterrarlo en otro sitio.


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