En la casa signada con el número 13-41 en el callejón Nivaldo, en Chapellín, La Florida, ocurrió una tragedia. El sonido de unos tiros y los gritos de una niña de 3 años de edad, que desde la ventana decía que su tía estaba muerta, presagiaron lo peor.
Yoster Enrique Villamizar Durán, de 36 años de edad, que laboraba para un transporte ejecutivo, mató a Cristi de los Ángeles Portillo Morillo, de 31 años de edad, de cuatro tiros en el pecho y también se quitó la vida al dispararse en los pectorales con un revólver Colt Cobra 38 Special.
Con una escalera, los vecinos entraron por una ventana. Hallaron el cuerpo de Portillo en la cocina y a Villamizar en una cama. La pareja estaba en proceso de divorcio.
El hombre solía ir en la mañana a llevar a la hija, de 12 años de edad, al colegio San Antonio y se iba a sus labores, pero ayer volvió a la casa. Hubo una discusión y los vecinos oyeron las detonaciones. Villamizar tenía casi 15 días sin ir.
Portillo laboraba en una empresa de encomiendas y tenía dos hermanos. Una comisión del Eje Central del Cicpc hizo el levantamiento de los cuerpos.
Otro caso
Oswaldo Antonio Cisneros Barrientos, de 34 años de edad, fue muerto a cuchilladas por un hombre identificado como Ronny, el sábado a las 3: 00 am en la casa de su ex pareja, Adriana Guzmán, en el barrio La Palomera en Baruta.
Cisneros solía ir a la vivienda, pero esta vez Guzmán no lo dejó entrar, pero él entró por la ventana. El hombre se marchó, pero volvió a buscar su chaqueta y fue cuando el acompañante de la mujer, de nombre Ronny, lo acuchilló. Uno de los cortes le cercenó una arteria. Mientras el agresor huía, Guzmán llevó a Cisneros a un CDI y luego la familia lo ingresó al hospital de El Llanito donde murió.
La ex pareja tuvo un hijo que tiene 14 años de edad, que vivía con su padre.