Por una mala negociación a través de un videojuego en línea, a Isaías Eduardo Romero Ángel lo hirieron con una puñalada en el cuello, el domingo a la 1:30 pm cuando se encontraba acompañado de amistades frente a su casa, situada en la calle Zea de Coche.

El joven, de 19 años de edad, murió una hora más tarde en el Hospital Leopoldo Manrique Terrero, conocido como  Periférico de Coche.

En el barrio, residentes y testigos de los hechos  murmuraban que el agresor era un hombre conocido solo con el apodo del Indio, contemporáneo con Romero Ángel, con quien además compartía sociedad en un juego en línea denominado La Tibia, creado en 1997, en el que los participantes se hacen acreedores de monedas de oro virtuales, que luego pueden vender en moneda física a otros participantes novatos que no deseen cumplir los pasos de iniciación.

Romero estaba desempleado por lo que invertía horas de su tiempo libre en escalar niveles en el videojuego, hasta llegar a posiciones más avanzadas. El estatus que alcanzó en el juego le permitió venderlo a personas que no querían pasar por los niveles de iniciación, explicaron sus parientes en la morgue de Bello Monte.

Hace dos semanas, estos compañeros de juegos en red tuvieron una discusión que se convirtió luego en amenaza de muerte contra Romero.

La negociación de venta por niveles alcanzados quedó sin efecto. “Aunque no sabemos con certeza que otros motivos originaron la disputa”, dijo Solimar Romero, hermana de la víctima.

El cuerpo detectivesco se encuentra tras la búsqueda del agresor, quien luego de cometer el acto huyó de la zona, donde también residía.

Sobre el juego. La Tibia es un juego en red accesible desde cualquier servidor. Para crear un personaje, el aspirante debe abrir una cuenta a través de un tutorial por Youtube. El jugador obtiene monedas a medida que avanza en el juego. Estas suelen ser de oro, platino o cristal.

Creado el personaje, se adentra a una serie de aventuras que ocurren en una isla. Debe combatir contra criaturas y desaparecerlas del juego, única manera de escalar posiciones y ganar monedas.

 “Una deuda de juego te puede costar la vida porque los muchachos se apegan tanto a la realidad virtual que luego no saben diferenciarla de la vida real. Imagino que eso fue lo que le pasó al contrincante de mi hermano. No hubo una norma en el juego o se irrespetaron los términos. Esperemos que el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas haga su trabajo”, dijo Romero.


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