Fernando Tarazona, jefe de Seguridad Ciudadana de la Gobernación del estado Táchira, informó que fue desmantelada una banda integrada por ciudadanos de nacionalidad colombiana en su mayoría, que se dedicaba a comprar niños recién nacidos por los que pagaban 350.000 pesos, es decir, 7 millones de bolívares.

La situación se pudo constatar a partir de una denuncia formulada por una joven madre que indicó que su hija de 43 días de nacida le fue arrebatada por una dama que se le acercó.

“Las investigaciones determinaron que la niña no había sido raptada sino que, por el contrario, fue objeto de una venta en un negocio en coordinación con el padre de la bebé. Dieron la niña y recibieron la cantidad de 350.000 pesos”, relató Tarazona.

Indicó que la banda de ciudadanos colombianos abusaba de los problemas de la gente. “Esta banda, utilizando la necesidad de las personas, y más de las adolescentes, se dedicaba a esto”, advirtió.

Al ser esclarecido el hecho, la mujer procedente de Barinas, que había hecho la denuncia en los medios de comunicación regionales, fue detenida luego de que diferentes cuerpos policiales realizaron las indagaciones.

Tarazona no indicó si se registraron otros casos similares, pero agregó que se han reportado episodios de robos de neonatos. En noviembre de 2016, una mujer de nacionalidad colombiana se llevó a un recién nacido del Hospital Central de San Cristóbal haciéndose pasar por familiar de una paciente allí recluida.

La mujer hizo que la parturienta le tomara confianza y aprovechó cuando la vio dormida para arrebatarle el bebé. La sospechosa salió del principal centro asistencial sin ser advertida. Luego de coordinaciones con la Policía Nacional de Colombia, el bebé fue localizado en Cúcuta y la raptora detenida.


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