Los caraqueños salen de sus casas con miedo a la delincuencia que se muestra en las calles de múltiples maneras. Ni siquiera los momentos para disfrutar –como fiestas, citas, reuniones de familiares o amigos- pueden despejar por completo la mente de los ciudadanos que, invadidos por la zozobra, temen ser las próximas víctimas de los secuestradores que acechan en las noches.

El crimen organizado se intensifica a medida que la crisis económica se exacerba. Muchos delincuentes consideran como un negocio rentable el secuestro en zonas de la clase media y de la clase alta de Caracas.

“El secuestro meticulosamente planificado dejó de ser común. Lo más que se practica es el secuestro exprés, que dura hasta ocho horas para concretar la negociación del rescate. Casi todas las víctimas, al ser liberadas, revelan a las autoridades que fueron tratados con violencia; con golpes, jalones, agresiones verbales y demás abusos”, relató un ex funcionario del Comando Nacional Antiextorsión y Secuestro (Conas).

El oficial militar reveló las zonas y cuadrantes de Caracas en los que ocurren mayor número de casos de secuestro, según sus fuentes dentro del Conas; sin embargo, pidió a El Nacional Web no revelar su identidad por compromisos laborales.

Primeramente, el informante mencionó que Vista Alegre, municipio Libertador de Caracas, es un “peligrosísimo” cuadrante en donde varias bandas circulan en busca de su siguiente víctima. Reveló que varios cuerpos de seguridad han ultimado a integrantes de estas bandas en la zona. Agregó que esos mismos grupos delictivos tienen un rango operacional que se extiende hasta Montalbán.

“En Montalbán las víctimas son plagiadas y rápidamente (los delincuentes) huyen a la autopista; o bien son interceptados ingresando desde la autopista. En San Bernardino ocurre lo mismo en las salidas de la Cota Mil”, comentó.

En cuanto al municipio Chacao, Los Palos Grandes podría haber sido la “zona con mayor incidencia  de secuestros” en 2017. Apuntó que, dentro de este municipio, Campo Alegre y las cercanías del centro comercial San Ignacio conforman otro “cuadrante de atención”.

El Hatillo, zona en donde se registran numerosos secuestros en los últimos años, no escapó de ser mencionada por el efectivo castrense. “Eso de que en El Hatillo se redujo el secuestro a 0 es pura mentira. Pudo haber disminuido, pero no por completo. Son pocas las personas que denuncian los secuestros así que, ¿cómo saberlo? Eso es pura campaña política. Funcionarios de la Policía Municipal de El Hatillo han tenido bandas de secuestro que operan en su misma jurisdicción, nosotros lo hemos investigado”, reveló.

Apuntó que el cuadrante que cubre La Lagunita y La Unión conforma una de las principales zonas de secuestro “de toda la vida”. Advirtió que Oripoto es otro sector dentro de este municipio en donde los secuestradores suelen operar.

En el municipio Sucre, Macaracuay fue la primera zona mencionada por la fuente. El cuadrante de Montecristo y Los Chorros es otra “tradicional zona de riesgo” desde hace tiempo. “Lo solitario y oscuro de Los Chorros permite a los secuestradores esconderse entre tantas calles. Las víctimas generalmente son interceptadas antes de ingresar a sus edificios residenciales”.

También aconsejó tener cuidado en el sector residencial de La Urbina y la autopista del Este hasta Terrazas del Ávila.

En Baruta se registra una importante cantidad de secuestros. “Para muchos compañeros, Baruta es el municipio con mayor incidencia de secuestros en la ciudad”, afirmó el ex funcionario del Conas. 

Los secuestradores realizan patrullajes en la zona de Vizcaya y Los Naranjos en busca de su siguiente presa. El oficial retirado afirmó que estos criminales aprovechan la ausencia de luz y huecos en las vías para anticipar los movimientos de los carros de sus víctimas e interceptarlos.

“Las bandas criminales se desplazan en carro desde este cuadrante. Puede que, desde ahí, sigan a los ciudadanos hacia El Cafetal, Chuao o Los Samanes. Pero debido a la falta de luz y poca afluencia de vehículos, el monitoreo se efectúa a partir de Vizcaya o Los Naranjos”.

Santa Fe fue la última zona que mencionó el ex miembro del Conas. Detalló que dentro de esta urbanización las bandas criminales buscan a sus víctimas en las cercanías del centro comercial y en La Alameda. “Los civiles en Santa Fe son interceptados antes de entrar a sus hogares, en alcabalas falsas, mediante obstrucción vehicular o complicidad con los vigilantes residenciales; según tengo informado”, explicó.

Advirtió que la salida a la autopista, en Santa Fe, es otro “punto rojo”. A partir de Santa Fe inicia un “peligrosísimo” cuadrante de secuestro que se extiende hasta Terrazas de Club Hípico, Santa Inés y Cumbres de Curumo. “Las principales bandas de secuestro de Baruta hacen su ‘cacería’ en la autopista Prados del Este”.

 Otras perspectivas

Miguel Dao, ex director del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalística (Cicpc) coincide en varios elementos descritos por la fuente consultada, con algunas variantes.

Dao enfatizó, en un anterior contacto con El Nacional, que en el municipio Baruta ocurre la mayor incidencia de secuestros. Menciona que en Las Mercedes, en las cercanías del Centro Comercial Ciudad Tamanaco (CCCT) se producen numerosos secuestros que no se pueden dejar de tomar en cuenta.

“Los secuestradores se mueven en dos vehículos”, consideró importante acotar, al momento en que agregó que estas operaciones delictivas ocurren entre las 7:00 pm y 11:00 pm. Puede que la hora se extienda hasta las 12:00 am o 1:00 am, pero los secuestradores suelen utilizar las madrugadas para las negociaciones de rescate.

Para Dao, El Cafetal podría ser la zona de mayor incidencia de secuestros de la ciudad. Advierte que en la intersección con Caurimare y las conexiones con Chuao y la avenida Río de Janeiro son puntos de sumo peligro.

Vías rápidas

Al igual que el ex funcionario del  Conas, Dao advierte sobre el peligro en la autopista Prados del Este. Ruta de secuestro que abarca desde Santa Fe y Santa Rosa de Lima hasta Los Campitos Prados del Este, El Peñón, Terrazas del Club Hípico y Santa Inés.

La Cota Mil es otra de las vías favoritas de los secuestradores. La fuente anónima vinculada al Conas señala que en los distribuidores La Florida, La Castellana, Los Dos Caminos, El Marqués, Los Palos Grandes y Los Chorros las intercepciones son comunes.

“Denuncie el secuestro, no crea en cuentos de camino”

El criminólogo Javier Gorriño considera que los ciudadanos siempre deben denunciar el secuestro a las autoridades, en todos los casos sin excepción.

Advirtió que los secuestradores siempre afirmarán tener contactos dentro de la policía, por lo que podrían enterarse sobre cualquier denuncia que haga un familiar. Sobre esto, Gorriño dice que se trata de una mentira para amedrentar a las víctimas y evitar que denuncie.

“La mayoría de los casos en los que se ha regresado a la víctima ha sido con denuncia. La recomendación es que denuncie. No crea en cuentos de camino que le puedan decir los delincuentes de que ellos tienen conexiones con la policía. Eso es totalmente falso, es una medida de presión para que no se denuncie”, explicó a El Nacional Web.

Acotó que en una situación de secuestro, lo importante es recuperar al secuestrado con vida. “Al denunciar, la víctima está en manos de la policía, si no denuncia, está totalmente en manos de los delincuentes”, agregó.

Gorriño señala que la implicación de policías en secuestros son casos aislados. “Si sucede, suelen ser ex funcionarios (…) A lo mejor puede ser un policía de una dependencia municipal pero eso no indica que la banda tenga conexiones con las autoridades”.

Reconoció que “hay elementos aislados” de cuerpos policiales vinculados en múltiples delitos, pero desestima que eso sea la mayoría de los casos registrados.

Pidió a los familiares de quien sea víctima de un secuestro acudir a las instancias competentes, como el Eje de Secuestros del Cuerpo de Investigaciones, Científicas, Penales y Criminalísticas.


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