Una ola de extorsiones por teléfono de bandas, que supuestamente operan en la Cota 905, comenzó a investigar la División contra la Extorsión y el Secuestro de la policía judicial.Los contactos comenzaron a registrarse desde el miércoles 20 de abril. En ellas hombres que dicen trabajar para los grupos de este sector llaman o envían mensajes de texto y les indican a los receptores quiénes son y que los tienen vigilados. Posteriormente exigen el pago en efectivo de cantidades variables, a cambio de no atentar contra la vida de ellos o de sus familiares.En las llamadas el interlocutor aporta algún dato genérico para comprobar que efectivamente posee alguna información sobre la víctima y su entorno. Según fuentes policiales, estas informaciones son recabadas a menudo mediante el examen de las redes sociales.En los primeros meses del año la extorsión de moda era efectuada en nombre de la banda del Picure, José Tovar Colina. Hubo casos en los que las personas llegaron a cancelar altas sumas creyendo que con eso no serían amenazadas otra vez, pero las llamadas y mensajes de los hampones no cesan.


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