De los cinco municipios que conforman la Gran Caracas, Libertador registra el mayor número de casos de homicidios en 29 semanas del año. El monitoreo periodístico contabilizó 270 víctima, de acuerdo con casos reseñados en la sede de la medicatura forense de Bello Monte, seguido del municipio Sucre con 198 casos, Baruta con 25, El Hatillo 7 y Chacao con dos sucesos.
La estadística señala robos menores como principal móvil, ajustes de cuentas o venganza, riñas en el lugar de los hechos, feminicidios, línea de fuego entre bandas o enfrentamientos con funcionarios policiales.
Familiares de las víctimas afirman que aunque se realicen las denuncias correspondientes en las delegaciones policiales, los implicados en los casos de robo menores: celulares, objetos de valor, documentos o dinero, pocas veces son atrapados.
Refieren además que las investigaciones se detienen al no concretar pruebas o testimonios que permitan elaborar retratos hablados de los delincuentes, para emitir una alerta de búsqueda.
Lo mismo ocurre cuando los cuerpos policiales determinan como móvil la venganza o el ajuste de cuentas.
Sergio González, comisario general jubilado del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, refiere que este organismo registra un déficit de 5.000 funcionarios y de vehículos para realizar el estudio en la escena del suceso.
“En los demás cuerpos policiales la cantidad de funcionarios no supera los 300 hombres. Esto se debe a los malos salarios, poca cobertura de pólizas de vida y riesgo, por lo que muchos buscan empleos alternos como escoltas o cuidadores de negocios privados”, sostuvo.
Refirió que el patrullaje nocturno se redujo en gran parte de capital. Las policías municipales no cuentan con unidades para recorrer calles y avenidas de la jurisdicción a la que pertenecen.
“El Cicpc solo cuenta con 16 unidades. A diario transitan cuatro en el turno de la mañana y cuatro en la tarde. El resto, son las utilizadas en las subdelegaciones cuando hay que moverse al sitio del crimen, pero no para patrullaje constante”, dijo.
Explicó que los funcionarios policiales destacados en las delegaciones no pueden salir a las calles “porque tienen que cuidar a los presos. El resto de la población civil queda desasistida”, puntualizó.