Ángel España, de 23 años de edad, es el séptimo preso de la cárcel de Uribana, ubicada en el estado Lara, que muere en 2019. Tenía hepatitis y presentó síntomas que en estos meses han padecido otros reclusos: fiebre alta y malestar estomacal, según el Observatorio Venezolano de Prisiones.

El viernes fue la última vez que su madre lo vio y le llevó comida. España le dijo que sería llevado a otra área y le planteó su desacuerdo con tal decisión. Un recluso le relató al OVP que España había suplicado que no lo llevaran a ese sitio porque iba a estar en peores condiciones, pero la custodia insistió en que en ese lugar estaría mejor.

Parte de la población penal hizo la denuncia y responsabilizó a la custodia por maltratos contra los enfermos. Dijo que cuando sacaron a España a un hospital ya estaba muerto. Estaba detenido desde el 26 de abril de 2016, por extorsión agravada como cómplice.

Otro preso dijo que el viernes 31 de enero España fue trasladado al área de hepatitis junto con seis presos. “Alegaban que estaba bien y el sábado 2, a las 3:00 pm, había muerto”, dijo.

“Nosotros responsabilizamos a la custodia Rosa Campos por la muerte de nuestro compañero. Ante la falta de enfermeras ella ha tomado decisiones que le ha costado la vida a mis compañeros”, dijeron los presos. El OVP conoció que otros dos detenidos murieron en sedes del Cicpc, en Lara y en Caracas.


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