Carmelo Alfredo Álvarez Santana, de 59 años de edad, fue hallado en el interior de una nevera, en el bloque 16, sector La Cañada en la parroquia 23 de Enero donde residía. Los bomberos hicieron el hallazgo una vez que fueron llamados por vecinos, debido al mal olor que salía del apartamento. El cadáver estaba en avanzado estado de descomposición.

La última vez que los vecinos lo vieron con vida fue el miércoles 16, en horas de la tarde, cuando entregaban la bolsa CLAP.  

El cuerpo de Álvarez Santana presentaba heridas por arma blanca y estaba dentro de una nevera desconectada que habían colocado de forma horizontal en el suelo. Más tarde, una comisión del Eje de Homicidios del Oeste del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas se encargó de levantar el cadáver con el procedimiento de rigor.

A la espera de la entrega del cuerpo en la morgue de Bello Monte, familiares indicaron que sospechan de un hombre con quien la víctima compartía tragos. “Ya los vecinos lo habían visto con esa persona. Mi padre era muy celoso con el ingreso de visitas a su apartamento. Era coleccionista de monedas y relojes de alto valor, siempre presumía de eso. Tal vez lo comentó y este supuesto amigo aprovechó para despojarlo de sus cosas”, dijo Carlos Álvarez, hijo mayor de Carmelo Álvarez.

De la vivienda sustrajeron televisores, equipos de sonido y de video, relojes de colección, dinero en efectivo, la bolsa de alimentos, oro, ropa, calzados y otros enseres “que se presume, lo hayan sacado por la noche y en compañía de otras personas. Había documentos regados por todo el apartamento y las llaves nunca aparecieron”, relató Carlos.

Carmelo Álvarez vivía solo y trabajaba como seguridad en un ministerio ubicado en la avenida Urdaneta. Era divorciado y dejó tres hijos adultos de 38, 27 y 25 años de edad. Sus parientes lo recuerdan como una persona colaboradora y honesta, con más de 25 años al servicio de la administración pública por lo que en 2018 solicitaría su jubilación.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!