El viernes de la semana pasada quienes pasaron por Lomas del Ávila pensaron que el hombre que estaba tendido entre las calles 14 y 15 había muerto arrollado por un auto, pero ayer sus familiares aclararon que murió a golpes, cuchilladas y de un tiro en la cara.

Carlos José Herrera Peña, de 32 años de edad, vivía en la zona 6 del barrio José Félix Ribas en Petare. Tenía tres meses que había dejado de trabajar como vigilante en una empresa, trabajo que no le gustaba. Junto con unos amigos se dedicaba a buscar material para reciclar y comida en la basura para llevar a su familia, dijeron amigos que fueron a la morgue a acompañar a los familiares a retirar el cadáver, que no habían reclamado debido a que los parientes no cuentan con recursos económicos. Con la Alcaldía de Caracas consiguieron lo necesario para sepultarlo y el Servicio Nacional de Medicina y Ciencia Forense donó la urna.

Amigos de la víctima dijeron que a diario recorría las calles en busca de comida y material reciclable para venderlo.

Quienes el viernes transitaron por el sitio donde estaba el cuerpo de Herrera Peña, padre de dos hijos, de 14 y 10 años de edad, pensaron que había muerto debido al arrollamiento de un vehículo; no obstante, es posible que un auto lo haya arrollado luego de que lo mataron a golpes, cuchilladas y del tiro que recibió.


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