Familiares de un grupo de detenidos de la Comandancia de la Policía Nacional Bolivariana en Catia, conocida como la Zona II, cerraron las salidas de la autopista Caracas-La Guaira hacia la avenida Sucre en protesta por las condiciones de hacinamiento en que conviven sus parientes, los retardos procesales y los malos tratos que reciben por parte de los funcionarios.Denunciaron que la sede policial dispone de 5 calabozos y cada uno de ellos tiene una capacidad máxima de albergue de 10 detenidos, pero conviven cerca de 250 presos.Con respecto a los retardos procesales, Sofía Morales, madre de un detenido, señaló: ?Mi hijo va a cumplir un año y cuatro meses que fue trasladado a este centro por robo y las audiencias las han suspendido cuatro veces. Por esta razón no lo trasladan a un centro penitenciario y en este tiempo se ha enfermado en tres oportunidades. Hace dos meses le dio amibiasis porque el agua que le dan está contaminada y en marzo hubo un brote de escabiosis que lo afectó por el hacinamiento. La comisaría tiene problemas de falta de agua y se bañan cada tres días?.Los manifestantes también expresaron su molestia porque deben pagar hasta 2.000 bolívares a los funcionarios para que les permitan ingresar la comida. ?A nosotros nos agreden verbalmente cada vez que llevamos los almuerzos y la ropa. Exigimos la presencia de autoridades del Ministerio para el Servicio Penitenciario para que nos den información sobre nuevos traslados. Ellos no merecen convivir bajo esas condiciones?, expresó Marta Acuña, quien tiene a su hijo detenido por tráfico de droga desde hace cinco meses


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