Tres tiros en el tórax truncaron la carrera universitaria y el futuro de un hombre de 25 años de edad, de nombre Ossman Johán García Yépez, cuando transitaba por el sector El Rosario en las Minas de Baruta.

Tres hombres armados lo atacaron cuando caminaba rumbo a un gimnasio y hablaba por teléfono con su padrastro. Resistirse al robo del aparato de último modelo no le valió de nada. Su cuerpo quedó tendido a la vista de transeúntes y el teléfono escondido en la axila izquierda, el lunes 16 a las 5:30 pm.

García Yépez estudiaba Comunicación Social en la Universidad Santa María, en el horario matutino. En las tardes se desempeñaba como gerente en una tienda de ropa de un centro comercial del este.

Génesis Mendoza, prima de la víctima, recordó que después de la llamada de su padrastro el silencio se hizo presente al otro lado de la línea.

“El tiempo solo le alcanzó para pedir la bendición, decir que llegaría temprano a casa y que por favor le guardaran la cena. Testigos relatan que García Yépez les reclamaba a los delincuentes y se negó a entregar el teléfono Microsoft, último modelo. Se lo colocó en la axila y ahí quedó”, dijo Mendoza en las afueras de la morgue de Bello Monte.

Dijo Mendoza que El Rosario es un barrio en el que no se permite la presencia policial. Menores de edad con armas largas y fusiles controlan las entradas y salidas. Es un barrio extremadamente peligroso, donde han matado a policías del municipio.

“Me duele que por un teléfono tengan que dispararle a alguien más de una vez. El delincuente es un resentido social que no sabe de esfuerzos diarios para conseguir las cosas y por eso no le duele la vida del otro”, expresó aún conmovida.


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