“Estudiábamos con dos asesinos y no lo sabíamos”, es la frase que se escucha decir entre los adolescentes que compartieron el año académico con Franco Antonio Sifontes Martínez, de 17 años de edad, cuyo cuerpo fue hallado el pasado viernes en una zona boscosa detrás del liceo público Josefa Irausquín López, situado en la urbanización San Luis de El Cafetal, municipio Baruta, donde cursaba cuarto año de bachillerato, sección B.

“Fue una muerte horrible a manos de 2 compañeros de aula, esos que jugaban contigo en medio de una clase, que compartían los minutos del receso, con los que planificamos un día de playa y con los que hacías los talleres en alguna asignatura”, señaló una estudiante.

A pesar de la poca afluencia de alumnos y personal docente los comentarios sobre el hecho persisten  en medio de interrogantes y rostros de asombro.

Profesores abordados sobre el tema describieron a los autores del homicidio. “Esos 2 eran muchachos colaboradores, siempre llegaban temprano al liceo, pero no entraban a todas las clases. Uno de ellos creció aquí, lo trajeron desde preescolar; el otro, llegó en primer año. Ambos de la misma edad, siempre juntos. Uno tenía un mechón amarillo en el cabello que le colgaba de un lado, además tenía zarcillos. El otro no le gustaba estar a la moda”.

A 5 días de  conocerse la implicación de los 2 adolescentes en la muerte de Sifontes, sus compañeros de clase manifestaron: “Simplemente se colaron entre nosotros sin aparentar lo que realmente eran, unos delincuentes”.

Los hechos

Sifontes fue visto por última vez el pasado 2 de julio en los alrededores del Centro Comercial Plaza Las Américas. Vestía uniforme escolar y estaba acompañado de 2 liceístas. Ese día no regresó a su casa. Horas después sus familiares lo reportaron como desaparecido.

La denuncia fue presentada en la División de Investigaciones Penales de la Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana. La madre de Sifontes indicó que un hombre le dijo que vio a su hijo, por lo que una comisión de funcionarios acudió a su lugar de residencia para interrogarlo.

Dada las descripciones ofrecidas por el testigo, los oficiales precisaron la dirección de los 2 jóvenes que ese martes, acompañaban a la víctima, en el centro comercial.

En el sector La Guairita, barrio La Toma, municipio Baruta fue aprehendido uno de los adolescentes implicados, que al ver a los funcionarios intentó huir. Los parientes del otro menor de edad revelaron que permanecía escondido en un edificio de la avenida Páez de El Paraíso.

Los detenidos confesaron el crimen. Sobre los motivos, ambos relataron que asesinaron a Sifontes porque presenció el robo de un celular a un conocido y luego le dijo a la víctima que conocía a las personas.

Sifontes fue obligado por los 2 muchachos a dirigirse a una zona boscosa, cerca de una cancha del liceo donde estudiaban. Allí lo apuñalearon en el cuello en múltiples ocasiones hasta causarle la muerte.


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