Los familiares de Yilmer Abraham Palma Tovar, de 21 años de edad, y su hermano Eliguá Palma Tovar, de 18 años de edad, denunciaron que uno fue asesinado en su casa y el otro en la calle, en el sector Las Terrazas en la Tercera Vuelta del Atlántico, Artigas, el miércoles 25 de abril a la 1:00 pm. Señalaron como presuntos autores a funcionarios de la Fuerza de Acciones Especiales de la PNB.
Los parientes indicaron que los cadáveres permanecieron en la morgue hasta ayer, porque no tenían los recursos económicos para el sepelio. El Senamecf resolvió donar las urnas. Agregaron que ninguno de los dos tenía antecedentes. Manifestaron que ese día se disponían a celebrar los 18 años de Eliguá y que su madre le haría una torta.
A la 1:00 pm Yilmer Abraham, que tenía una colostomía porque hace dos años le dieron un tiro en el abdomen para robarle una moto, estaba en su casa con su madre, el esposo de esta y un niño de 6 años de edad, a la que llegó una comisión de la FAES que hizo una revisión y se retiró, pero luego los funcionarios regresaron, preguntaron por Abraham y Yilmer dijo que era él. Enseguida sacaron a los otros ocupantes de la vivienda y a Yilmer le dieron cuatro tiros en cara, pierna, pecho y abdomen. Luego lo envolvieron en una sábana y lo llevaron al hospital Pérez Carreño. Explicaron que los policías hicieron disparos por toda la casa para simular un enfrentamiento.
Entre tanto otra comisión de la FAES se encargó de Eliguá que había salido a comprar los ingredientes que faltaban para la torta de su cumpleaños. Cuando regresaba a la casa vio a la PNB, se asustó y corrió, pero fue perseguido por los policías que le dispararon. Fue impactado por proyectiles en costado, cabeza y pecho.
Cuando la familia llegó a la morgue del hospital se enteró de que además del cadáver de Yilmer Abraham en ese sitio estaba el de Eliguá. Yilmer era padre de tres hijos. Los dos hermanos eran bachaqueros.
Otro hecho. Ese día, 25 de abril, Rusmary Katiuska Aguilar Fernández, de 19 años de edad, vecina de la zona, murió de un tiro en un costado, en la calle El Carmen de la Tercera Vuelta del Atlántico, cuando la comisión de la FAES se enfrentaba presuntamente con unos hombres. Aguilar Fernández, que practicaba la santería, quedó en la línea de fuego. La llevaron al Pérez Carreño donde murió dos horas después. Era la menor de dos hermanos. Ayudaba en la distribución de cajas CLAP y en el partido Somos Venezuela.
En El Valle. Parientes de Brander Josué Correa Rivas, de 21 años de edad, y Tito José Sanoja Porroe, de 20 años de edad, cuñados, informaron que estos fueron ultimados el martes a las 5:00 am por una comisión de la FAES que entró a la casa, en el sector Los Canjilones en La Vega. A Correa Rivas lo encerraron en el baño, le dieron un tiro en la cabeza y le colocaron un revólver calibre 38 en una mano.
Los parientes dijeron que a Sanoja Porroe lo sacaron de la casa con la esposa que tiene seis meses de embarazo, un hermano y la madre. Los subieron a una patrulla para llevarlos a un módulo de PNB en La Quebradita, mientras al hombre lo dejaron en el vehículo policial, lo ruletearon y luego le dieron tres tiros en el pecho.
Correa Rivas vendía frutas en los Valles del Tuy. Sanoja Porroe era caletero. Dejó un hijo de un año de edad. Los familiares señalaron que las víctimas fueron despojadas de cadenas, celulares y tarjetas bancarias.
Otro fallecido en El Valle
Otra información relacionada con enfrentamientos de la FAES de la PNB indica que el miércoles en la tarde una comisión de esa dependencia se enfrentó a Anthony José Guillén Alcalá, de 23 años de edad, en un sector de El Valle. El hombre, a quien apodaban el Bebé, fue herido y murió en un centro asistencial de la zona. Presuntamente era integrante de la banda de un individuo conocido como Kleiber, que comete delitos de robo, extorsión, violación y homicidio. Guillén Alcalá estaba solicitado por homicidio y tenía registro por homicidio intencional.
Fuerza policial en aumento
Cada día mueren 15 personas –dadas de baja, en el argot policial– en enfrentamientos con la policía en todo el país, señala el informe del Observatorio Venezolano de Violencia correspondiente al 2017, lo cual quiere decir que van 4.500 muertes por esta causa. El informe señala, además, que la resistencia a la autoridad, dentro de la cual está la figura del enfrentamiento, es un elemento importante que está marcando la violencia urbana. Ha aumentado su presencia en el país. Todos los cuerpos de seguridad, especialmente la Fuerza de Acciones Especiales de la PNB y el Cicpc son mencionados, pero no están plenamente identificados por los familiares porque muchas veces usan capucha.