Más de 1.000 presos amanecieron sin comida en el Internado Judicial Rodeo II, denuncia que recibió el Observatorio Venezolano de Prisiones proveniente de fuentes confiables de ese penal.
La información recibida por la ONG es que las porciones de alimentos disminuyeron a “un poquito de pasta con una cucharada de sardina que ligaban con harina para hacer una mezcla, con el fin de rendirla. En otra comida les dieron una arepa con una preparación con maicena sin nada más. De cena les sirvieron solo puré de papas y de almuerzo les dieron un agua que fue presentada como sopa”. El menú de la semana pasada consistió en “un poco de repollo pintado con remolacha y una porción reducida de carne. Otro día les dieron cuadritos pequeños de carne con un poco de papa sancochada”. Con el pasar de los días llegaron a ingerir alimentos solo una vez al día, expresó.
La ONG indicó que esta irregularidad es similar a la que presentan otros penales que son responsabilidad del Ministerio del Servicio Penitenciario, a cargo de Iris Varela. De igual manera el OVP recibió la denuncia en cuanto a que las horas de visita de los familiares fueron reducidas a tres y cuatro veces al mes. Son esos días en los que reciben una alimentación mejor aunque los reclusos aseguran que no a todos les llega esa comida debido a la situación económica por la cual atraviesa el país, pues algunas familias no pueden llevar muchos alimentos las tres veces al mes, días de visita.
Los privados de libertad exigen al Ministerio del Servicio Penitenciario que se les dé los alimentos como les corresponde: desayuno, almuerzo y cena, pues es su responsabilidad aunque aseguran que es todo lo contrario: los están matando de hambre.
Otra queja consignada en la OVP tiene que ver con el suministro de agua, porque tan solo les permiten llevar cinco litros, que deben usarla para tomar, bañarse, lavar su ropa y los envases de comida. Los presos deben administrar esos cinco litros de agua durante seis días, pues es una vez a la semana que tienen acceso a esa cantidad. A eso agregan que entre las irregularidades que hay, ni la alimentación ni el agua son distribuidas como debe ser “pero sí se lucran con el negocio de pasar pastillas de Rivotril, cuyo uso ha generado violencia entre los reclusos”, dijeron.
El OVP indicó que ve con gran preocupación la situación de ese penal. “Tan solo la falta de alimentación y la distribución del agua demuestran como el Ministerio del Servicio Penitenciario vulnera el principio de ese derecho humano”.
Prado recordó que este centro está bajo medidas provisionales dictadas el 8 de febrero de 2008 por la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Anunció que informará a la Corte Interamericana de Derechos Humanos sobre la situación actual, así como al relator Joel Hernández, pues la situación en Rodeo II es recurrente y no ha sido resuelta por Ministerio del Servicio Penitenciario.
El Dato
Humberto Prado explicó que para diciembre del año pasado Rodeo II tenía una población de 1.121 reclusos que supera el doble de su capacidad.